La fe se puede ver

«La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios» (Romanos 10:17).

 

Mientras más conozcamos, leamos y meditemos en la Palabra de Dios nuestra fe irá creciendo y fortaleciéndose, llevándonos a nuevos niveles de la Gloria de Dios.

Sin embargo, me podrías decir ¿cuánto ha crecido tu fe en el último mes? O ¿Cuánto ha crecido en este año?

 

¿Quieres saber cuánto ha crecido tu fe? ¿Cuánto le crees a Dios? Esto se refleja en tus acciones.

 

Los evangelios nos narran muchos ejemplos de hombres y mujeres de fe. Y sabemos de ellos hoy por las acciones que tomaron, ya que estas fueron registradas en la Biblia.

En Marcos 2:1-12 se relata la conocida historia del paralítico traído en una camilla por sus cuatro amigos. Ellos realmente creían que Jesús podía sanarlo, tal era su fe que se atrevieron a abrir un agujero en el techo de la casa donde se encontraba Jesús. El versículo 5 nos dice: “Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”. ¡Qué tremendo! Y es que nuestra fe se puede ver.

Otro ejemplo es el del centurión romano en Mateo 8:5-10 donde Jesús se sorprende y dice: “Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe”. (v.10 – NVI)

¿Necesitas más ejemplos? Otra historia que nos muestra que la fe se puede ver es el de la mujer que tenía un flujo de sangre durante 12 años, pero cuando escucho acerca de Jesús, se dijo: “Si tan solo tocare su manto” (Mateo 9:20-22). Ella primero creyó y entonces por la fe, actuó.

Fe también implica creer en la Palabra de Dios, un ejemplo de esto es el caso de Pedro. Él había ido a pescar toda la noche y no había conseguido nada. Sin embargo, cuando Jesús le dijo que volviera y echara la red del otro lado, él le creyó y lo hizo. ¿El resultado? ¡¡Una pesca milagrosa!! (Lucas 5:18-24).

Cuando tenemos fe esta se ve en nuestras acciones y en la manera en que hablamos.

Santiago tiene muchas enseñanzas de cómo llevar nuestra vida cristiana de manera práctica. Una de estas enseñanzas es acerca de la fe. En Santiago 2:17 dice: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.

Entonces ¿estamos dejando ver nuestra fe a través de nuestras acciones y nuestra manera de hablar? ¿Le estamos creyendo a lo que dice la Palabra de Dios?

¿Qué es lo que está sonando más fuerte en tu vida ahora? ¿Los problemas, la enfermedad, las deudas, los obstáculos o tu fe?

RECUERDA, Jesús dijo: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí a allá, y se pasará; y nada os será imposible” (Mateo 17:20).

No importa hace cuanto hayas conocido a Jesús, o cuánto tiempo lleves como “cristiano” ¡CREE! ¡TEN FE! No importa cuán pequeña creas que sea. Dios solo quiere ver nuestra fe.

Hebreos 11:6 nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios, entonces es nuestro deber no solo creer en la Palabra, sino también declararla y movernos, tomar acciones que demuestren que le creemos a Dios y a sus promesas.

En estos tiempos es necesario que nuestra fe se vea y sea notoria a todo el mundo. No nos cansemos de hacer el bien y sigamos viviendo y actuando por fe, porque Dios es galardonador de los que le buscan y los que creen en Él.

Tus vecinos, amigos y familiares verán en ti la Gloria y la mano de Dios a tu favor a causa de tu fe, entonces tendrán sed del Dios vivo. ¡Es tiempo de marcar la diferencia!

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