La verdad es que, si eres como la mayoría de la gente y no perteneces a la minoría extrovertida que puede hablar cómodamente delante de los demás sin sonrojarse o sentirse incómodo, probablemente te pierdas algunas oportunidades increíbles para mejorar cuando se trata de decir lo que piensas.
La verdad sobre las habilidades de conversación
Las habilidades de conversación son como cualquier otra habilidad que se puede mejorar con la práctica. Cualquiera puede convertirse en un gran conversador con la actitud y la mentalidad adecuadas. Es decir, no es necesario ser un orador nato, sólo hay que estar dispuesto a practicar.
Hay dos tipos de habilidades de conversación: las habilidades interpersonales y las habilidades de comunicación.
Las habilidades interpersonales son la forma de interactuar con otras personas, como la capacidad de leer las señales, formar impresiones positivas y entender lo que dicen los demás.
Por otro lado, las habilidades comunicativas son la manera de transmitir tus ideas y sentimientos, como la forma de organizar tus pensamientos y utilizar las palabras de forma estratégica.
Hay personas que son buenas tanto en las habilidades interpersonales7 cosas que Dios quiere que hagas con tu vida como en las de comunicación. Son personas privilegiadas. No obstante, hay personas que solo son buenas en una de ellas, con algún desempeño en una más que otras. Pero claro que el ser humano no tiene límites en cuanto a esto de aprender. Sobre todo, si es por conveniencia…😂
Hay una diferencia entre hablar y escuchar
En una conversación hay que hablar, pero también hay que escuchar. Hablar es fácil, pero escuchar es difícil. Es una habilidad que puede desarrollarse con la práctica. En una conversación, debes tratar de entender a la otra persona y transmitir tus propias ideas. No puedes limitarte a hablar sin escuchar. Cuanto más practiques como oyente, más fácil te resultará y más oportunidades tendrás de expresarte.
No te limites a escuchar lo que dice la otra persona. Debes tratar de escuchar lo que la otra persona está tratando de decir, y percibir lo que su tono de voz está tratando de transmitir.
Presta también atención a su lenguaje corporal. Puedes utilizar estas pistas para ampliar tus respuestas, hacer nuevas preguntas y transmitir tus ideas. Cuando escuches, no es necesario que mires a través del teléfono, ni que mires a la otra persona, ni que mires nada más. Hay expresiones y tonos de voz que se pueden percibir de inmediato. Es como una alarma para ciertas personas.
El silencio genera confianza
Una de las razones por las que el silencio es más poderoso que las palabras es que crea confianza. Cuando optas por no decir nada en lugar de justificar tu opinión vertiendo tus pensamientos, estás señalando que estás escuchando. Y, cuando estás sinceramente interesado en lo que alguien tiene que decir, se nota.
La confianza es la base de toda buena relación. Y, cuando tienes una relación con alguien, la confianza es especialmente importante. Si no puedes confiar en que tu pareja no te juzgará o criticará cada vez que abras la boca, entonces no podrás compartir realmente con esa persona.
La confianza se construye con acciones, no con palabras. Si tu pareja se pone constantemente en segundo lugar, es posible que no sea lo suficientemente fiable como para saber lo que realmente piensas o sientes.
Asimismo, si no puedes confiar en que te consiga la ayuda que necesitas, entonces no merece la pena compartir tu vida con alguien que no tiene la capacidad de cuidar de sí mismo.
Cuando hablas, refuerzas opiniones y comportamientos
Esto es algo interesante. El silencio, en ocasiones, otorga.
Por ejemplo, si no dices nada, puede que la otra persona piense que apruebas lo que dice. Puede darse también el caso contrario.
A ver, si no dices nada cuando la gente te menosprecia, puedes estar reforzando la creencia de que esa persona se está saliendo con la suya. Puede creer que cada vez que se le ocurra puede menospreciar a la gente, puede hacerlo sin consecuencias. Y, si no dices nada cuando la gente hace comentarios racistas, entonces puedes o no estar reforzando la creencia de que el racismo es aceptable.
Sin embargo, el silencio no dice que lo que alguien hace esté bien o sea aceptable. Puede decir que no tienes nada que decir al respecto o simplemente, que lo que la otra persona está diciendo no tiene valor en absoluto para ti, y lo ignoras. En estos casos, el silencio se presta para una interpretación libre.
En fin, cuando hablas, puedes hacer saber a la gente cómo te hacen sentir sus palabras. También puede ayudarte a procesar los pensamientos y sentimientos negativos que te ponen demasiado nervioso como para compartirlos con tus amigos. Cuando tienes una experiencia intensa, como un comentario negativo o una experiencia de opresión, puede ser muy útil decir cómo te sientes.
Una cosa importante, las ofensas en público, se resuelven en público; pero las ofensas en privado, la tienes que resolver así, en privado y esperando el mejor momento para aclarar el asunto.
Hablar es barato, pero las palabras incorrectas pueden hacer que lo pagues caro
Aunque se sienta muy bien decir algo, en realidad no mejora nada. Cuando dices algo, aunque sea un comentario positivo o un cumplido, es una afirmación: es una opinión. Puedes pensar que estás haciendo que alguien se sienta bien, pero en realidad puedes hacer que esa persona se sienta incómoda… Parece contradictorio, pero los seres humanos somos complicados.
Si quieres ayudar a alguien, tienes que ayudarle de verdad. Si quieres hacer que alguien se sienta mejor, tienes que ayudarle realmente a sentirse mejor. La verdadera ayuda no viene de las palabras. La verdadera ayuda viene de las acciones.
Hazle saber a la gente cómo te hacen sentir sus palabras
Si alguien está siendo negativo, házselo saber. Si alguien hace comentarios racistas, hazle saber que se ha pasado de la raya. Si un amigo se siente mal, díselo. Si alguien necesita ayuda, házselo saber.
Estas son cosas que puedes hacer cuando tienes un amigo con el que puedes hablar sin tener que preocuparte por perder la oportunidad de compartir tus pensamientos y sentimientos con todo el grupo.
Cuando tienes un amigo al que puedes hacerle saber cómo te hace sentir sin tener que preocuparte por las consecuencias sociales de compartir un pensamiento vulnerable, tienes la oportunidad de conectar profundamente con esa persona. Puedes compartir tus verdaderos pensamientos y sentimientos con alguien a quien realmente le importa.