Medita, ora y reflexiona todos los días…
Ayer te vi distraído, parece que estabas pensando en tus luchas y preocupaciones. Así que, le pedí a Dios que hablará a tu vida, que te bendijera y quitara todo ese enorme peso que, no te corresponde. Le pedí que quitara de ti toda carga que contrita tu espíritu y te arrastra a la tristeza y a la depresión.
Hoy te pido que perdones aquello que aún no has resuelto. Aquello que aún no has dejado ir. Si no puedes perdonar, trae esa carga a Dios.
Por otro lado, también sé que te preocupan tus finanzas. Tranquilo, tranquila, saldrás adelante con tu familia.
Mateo 6:25-26
25» Por eso les digo, no se preocupen por su vida,
Qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán.
¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
26 Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,
Ni recogen en graneros, y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta.
¿No son ustedes de mucho más valor que ellas?
Te preguntarás, ¿dónde te vi? Te diré que te vi con los ojos del Espíritu, mientras oraba por ti.
Quiero que recuerdes que el Señor te conoce mucho antes de la fundación de este mundo. Él es tu Creador…
Isaías 43
Dios, único libertador de Israel
43 Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob,
Y el que te formó, oh Israel:
«No temas, porque Yo te he redimido,
Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo,
Y si por los ríos, no te cubrirán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
Ni la llama te abrasará.
3 Porque Yo soy el SEÑOR tu Dios,
El Santo de Israel, tu Salvador;
He dado a Egipto por tu rescate,
A Cus y a Seba en lugar tuyo.
4 Ya que eres precioso a Mis ojos,
Digno de honra, y Yo te amo,
Entregaré a otros hombres en lugar tuyo,
Y a otros pueblos por tu vida.
5 No temas, porque Yo estoy contigo;
Del oriente traeré tu descendencia,
Y del occidente te reuniré.
Que estas palabras penetren tus pensamientos. NO pierdas la fe, no pierdas la confianza. No dejes de luchar porque vienen muchas y grandes bendiciones para ti.
Es más, te propongo algo. Vamos juntos a hacer un trato, un pacto con Dios. Cada vez que sientes que no puedes más, que estás a punto de desmayar, vas a hacer lo siguiente. En el lugar donde te encuentres, ve a Jesús. Vas a decirle: Señor, te entrego mi carga. Tómala, ya no puedo más. Estoy cansada, cansado: hazme descansar. ¡Ayúdame!
Te voy a pedir que vuelvas a leer la Biblia. Lee en voz alta los versículos bíblicos que te compartí más arriba.
Por mí parte, ahora te voy a dejar en silencio, para que leas esas palabras de vida que Dios nos ha dado. Son palabras de poder y fortaleza para tu alma cargada.
Recibe la bendición de nuestro Todopoderoso Dios.