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[…] Aunque Bell ha podido observar que hay mucho de qué escribir y trabajar con los ateos, por ahora no piensa unirse a ninguna cruzada contra las religiones. Confiesa que tiene más interés en las personas post-teístas, aquellas que se encuentran en la fase media, ni en una cosa ni en otra; la misma posición en la que él ha estado desde el año pasado.
Hay miles y miles de personas que no están ni en una cosa ni en otra, y no hay casi nada para ellos en el mundo de la religión. Me gustaría ser una parte de esa conversación», explicó el expastor.
En cuanto a su opinión sobre las acciones del movimiento ateo en los Estados Unidos, Bell expresó:
En general, me encanta la verdad sin tapujos. Me encanta la honestidad y la claridad en un discurso, lo cual hace falta en los círculos religiosos, donde todo se expresa con metáforas e insinuaciones.
Por otro lado, retrocedo ante el cientificismo de algunos con una sola pista en la mente, y con los que a veces me encuentro – como si la ciencia tiene todas las respuestas para todas las preguntas de una persona. También hay una especie de condescendencia petulante que es difícil para mí. Todavía tengo decenas de amigos cristianos que no son tontos. Su fe no es como creer en Santa Claus. Cuanto más el movimiento ateo se comporte como los evangelistas que viajan (por el mundo para compartir el evangelio), me encuentro como el cristiano conservador, más me estremezco – y por las mismas razones».
Bell dice que no piensa defender su posición y que no busca convencer a nadie para que deje de creer en Dios.
Supongo que no puedo demostrar que no estoy siendo deshonesto, como tampoco puedo probar que Dios no existe. Las personas sólo tendrán que evaluar las pruebas y decidir por sí mismos».
El expastor desea que más ateos se enteren de que los cristianos se preocupan profundamente por el conocimiento y la verdad. «Ellos no son estúpidos. En cada grupo hay un porcentaje que son ignorantes – pero si usted toma una visión más amplia, intelectuales cristianos han contribuido en gran medida al conocimiento humano a través de la historia», concluyó expastor Ryan Bell, quien no cree más en Dios.
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