Icono del sitio Dios Es Bueno

Fíjate bien

Fíjate bien,

los problemas que te están agobiando no se acabarán si huyes de ellos.

Tienes que hacerles frente,

tu eres fuerte,

tu lucha es de vida o muerte,

ponte de pie.

Si fueras de corazón cobarde y débil, yo no te estuviera hablando

y mientras en tu corazón escuchas mis palabras, sabes que yo mismo te estoy confirmando todo lo que antes te he dicho.

Eres mi hijo,

de corazón valiente,

de espíritu guerrero,

con fortaleza de acero,

con ímpetu de fuego,

tienes todo lo que necesitas para derrotar a todo lo que venga contra ti.

Te lo he dicho muchas veces y lo seguiré haciendo: Nada ni nadie te puede vencer.

El enemigo usará sus artimañas diariamente

para confundirte y para hacerte creer

que te he abandonado cuando las cosas no te salen bien.

Todo lo contrario,

estoy contigo en la mañana,

sigo a tu lado por las noches,

camino junto a ti en tu felicidad

y en tus tristezas, desánimos y aparentes derrotas, es cuando más te abrazo más fuerte

y trato de demostrarte que indudablemente te amo más de lo que te puedas imaginar.

Por eso te hablo,

por eso te busco,

por eso sigo aquí tratando de lograr que siempre creas,

que no dudes,

que no temas,

que no te confundas cuando veas que este mundo te está tratando mal y te hiere constantemente con aflicción.

Recuerda,

piensa,

cálmate,

cree,

a este mundo yo he vencido y te he dado armas poderosas,

mi amor,

tu esperanza,

tu fe.

En mi amor descansa siempre,

de esperanza llena tu alma y tu mente,

usa tu fe como escudo para protegerte de los ataques que el enemigo lance contra ti.

Viene el día en que quedarán atrás muchas de tus aflicciones.

Con alegría mirarás cómo venciste tantas situaciones

y cómo recibiste tantas bendiciones que creíste que habías perdido ya.

Vas a poder entender que tan grande es mi gracia, que tan inmensa es mi misericordia

y cómo yo te amo infinitamente,

que aún a pesar de todos tus errores quise levantarte,

animarte,

reavivarte y bendecirte de tal manera que nunca más dudarás que tan real es este amor que tengo para ti.

Mira ahora hacia adelante con tu fe llena de vida. Atraviesa con seguridad las tormentas de mentiras que en tu camino puedas encontrar.

No mires a los lados,

no te distraigas,

que tu mente no se llene de cosas que no tienen importancia y que para tu futuro no tienen ningún valor.

Enfócate en buscarme,

persiste en creerme,

ora fervientemente,

aprende de mi palabra,

cuida de tu familia,

que mi presencia en tu hogar y en tu vida sea tu prioridad.

Y muy pronto una grande bendición recibirás. Créelo,

porque así será.

AMÉN

Salir de la versión móvil