Las personas de las que más nos rodeamos son las personas a las que nos parecemos más. Si bien estamos llamados a amar a todos y ser testigos activos de nuestro prójimo, son las personas a las que dejamos entrar en nuestro círculo íntimo sobre las que debemos ser sabios.
«Regálate tiempo para encontrar amigos con los que puedas conectar y en los que puedas confiar»
Entonces, si eres nuevo en un país o ciudad, escuela, iglesia o ambiente de trabajo, tómate un tiempo para encontrar amigos en los que puedas confiar, incluso si eso significa sentirte solo un sábado por la noche con más frecuencia de lo que te gustaría. Igualmente, cuando buscas una relación de pareja. No comiences una relación o a salir con alguien solo porque estás afligido. Puedes quitarle un tiempo valioso a la otra persona y tú también puedes perder un tiempo precioso al estar con alguien solo por estar, en vez de esperar el momento adecuado de estar con la persona correcta a la que realmente ames.
No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».1 Corintios 15:33
Salmos 1:1-3
El justo y los pecadores
“1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará”.
¿Suena familiar?
¿Te suenan demasiado familiares estos comportamientos poco saludables? ¡No estas solo! Espero que este escrito te haya ayudado a abrir tu corazón y su mente para aumentar la conciencia de ti mismo y el amor propio. Cuando podemos detenernos antes de sumergirnos en cualquiera de los comportamientos anteriormente descritos, podemos amarnos a nosotros mismos de la manera que Dios quiso.
Mateo 22:36-40
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Filipenses 4:8-9
En esto pensad
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.