Sin orejas al nacer, ahora las tiene a costa de sus propias costillas.
Este niño fue operado en un hospital de Londres, pues nació con la condición conocida como microtia. Kieran Sorkin, de 9 años de edad, dijo: “No quiero que me molesten, solo quiero ser aceptado como todo el mundo”, al referirse a su enfermedad. Gracias a la ingeniería de tejidos, la operación fue un éxito y ahora Kieran luce como los demás niños.