Podría ser una exageración, pero no lo es. Se trata de un peligro que asecha a nuestra familia las 24 horas del día, y proviene de un dispositivo tan común, que jamás pensaríamos que nos asecha día y noche: el WiFi.
El sector de la economía tecnológica, ha realizado múltiples estudios para determinar el alcance del daño en los dispositivos inalámbricos. Determinando una teoría y comprobando la conclusión de que los Wi-Fi y sus ondas, son tan peligrosas para la salud como nunca se habría pensado.
Se trata de la radiación que emite el dispositivo Wi-Fi. La misma puede provocar abortos espontáneos, problemas en la formación de huesos, tumores cancerosos, entre otras dificultades de salud. La particularidad en el daño, es que los afectados son mayormente mujeres y niños. Sobre todo mujeres en etapa de lactancia.
El problema recae en que el Wi-Fi es un dispositivo que se encuentra en todas partes. La tecnología ha avanzado a tal punto, que es inevitable no encontrarnos con un Wi-Fi en las plazas, las casas de nuestros amigos, en el trabajo y hasta en los centros comerciales.
Los celulares tienen el mayor beneficio en cuanto al internet inalámbrico. Y las empresas que los fabrican, siempre intentan que este internet no sea nocivo para la salud y no perjudique de alguna forma a nuestra integridad física.
Pero las señales que emite el router (señales WLAN), son las más poderosas y perjudiciales. Esto se ha comprobado gracias a estudios de salud en Inglaterra, utilizando elementos orgánicos como las plantas. Donde estas se han visto afectadas por las ondas emitidas por el Router de las viviendas y oficinas. El mismo efecto casu daños en el cerebro humano y en las células del cuerpo.
La falta de concentración, dolores de cabeza crónicos, cansancio o síntomas fatigosos, al igual que insomnio, son los síntomas que presenta una persona bajo los efectos de las ondas WLAN.
Como es inevitable no sucumbir a la tecnología inalámbrica en estos tiempos, podemos hacer lo siguiente para bajar los riesgos a los que nos exponemos:
1) Apagar el router cuando no se esté usando.
2) Colocar el router preferiblemente en espacios abiertos como la sala de una casa o el lobbie de una oficina.
3) Intentar tener teléfonos fijos de cable en casa u oficina. Para evitar que sean teléfonos inalámbricos.
Estas pequeñas acciones, reducirán el riesgo y los síntomas que a la larga, de no eliminarlos, pueden producir transtornos en la salud de gravedad.