DIOS te sostiene con su poderosa mano y en Él están guardados todos tus anhelos, tu futuro, tus esperanzas; todo lo que está por venir para ti – maravillosas bendiciones, tus sueños hechos realidad-. Si haz llorado, si haz gritado de dolor eres bienaventurado. Él es quien enjuga tus lagrimas, es luz para tu camino y consuelo en medio de tu tribulación. Cierra tus ojos en este momento, ábrele tu corazón. Siente el calor de su aliento al hablarte, la paz de su voz y su palabra de cariño que busca calmar a ese niño que sentadito en un rincón, llora… Llora porque no sabe que hacer; porque se siente perdido, porque tiene hambre de amor, porque siente frío. Ese niño eres tú. Permítele que te cobije con su gracia, que te cubra con su perdón. Jesús es todo para ti. Si tú le crees a Él, a partir de hoy dormirás tranquilo y cada mañana te levantaras lleno, llena de gozo, ánimo y fuerzas. Dios quiere reavivar el fuego de su Espíritu en tu vida y hablarte como nunca antes lo ha hecho. Él tiene un propósito para ti. Deja la preocupación, no hay nada que temer. TU PADRE ESTA CONTIGO, descansa.
Escrito Por Hermes Alberto Carvajal