El reflejo de Landau es una de los tantas reacciones que ocurren en los primeros meses de vida del bebé. Es una expression que manifiesta un sistema nervioso funcionando de manera eficiente.
El reflejo de Landau es una respuesta involuntaria a un estímulo. Los reflejos son actos que los llevamos en nuestro ADN, debido a que su función principal es permitir la adecuación de la persona al medio ambiente y con el que interactúa.
Pueden ser primarios, como con los que nacemos, parpadeo, bostezo o estornudo; o secundarios, que son los que vamos “aprendiendo” a lo largo de nuestra vida.
Para determinar el reflejo de Landau, se pone al bebé boca abajo sobre nuestro brazo, en ángulo recto con nuestro antebrazo. Al hacer esto, el bebé debería alinear el tronco y levantar la cabeza y las extremidades.
Lo que intenta hacer el bebé, es contrarrestar el efecto de la gravedad, mirando hacia adelante buscando un punto de referencia visual.
Propiedades del reflejo de Landau
Ocurre durante el cuarto mes de vida y hasta los dos años de edad.
Simboliza la mezcla de los reflejos tónico-laberíntico, tónico del cuello y visual.
Tan pronto el bebé crea movimientos voluntarios y conscientes, el reflejo se hace menos notable.
Lo mejor es que sea practicado por un especialista por dos razones: primero, él evaluará las respuestas del bebé de mejor forma; segundo, si no se es hábil controlando el movimiento del bebé, este se podría caer.
¿Qué significa la ausencia de un reflejo?
La ausencia de un reflejo puede indicar debilidad motora del bebé, para esto será necesario adiestrar su desarrollo motriz de forma correspondiente. Se pone en cuidado del pediatra los pasos a seguir.
Los médicos observan la presencia de estos reflejos en la vida de los bebés. Esta observación es cuantitativa y cualitativa. Es decir, no se inspecciona solo la presencia de un reflejo, sino su ejecución, aunque sea involuntaria.
Si no aparece el reflejo esperado, podría ser indicio de algún tipo de deficiencia. Si el movimiento es flojo, puede ser señal de debilidad muscular; si es entusiasta, puede ser por un síndrome de abstinencia; y, si es asimétrico, podría ser indicio de una lesión clavicular.
Otros reflejos secundarios
El reflejo de Landau no es el único de los primeros meses de vida de los bebés. Entre los demás están:
Reflejo de prensión: ocurre cuando el bebé cierra su puño para agarrar tu dedo o cualquier cosa que le acerques.
Reflejo de marcha: el bebé hace el intento de caminar si sus pies tocan una superficie dura.
Reflejo de Galant: acostado boca abajo, da golpecitos o se acaricia sobre el lado de la columna. El bebé voltea hacia donde lo tocan.
Reflejo abdominal: parecido al anterior, pero boca arriba. Se estimula, la zona abdominal. Esto debería causar una curvatura del tronco.
Reflejo de arrastre: se acuesta al bebé boca abajo. Así, él moverá sus piernas para empezar a gatear. Normalmente este reflejo se presenta hasta los 3 meses de vida.
Reflejo del gateo: ocurre cuando el anterior está lo bien desarrollado. Se coloca al bebé acostado sobre su vientre sobre una superficie firme. Reaccionará de una vez y se pondrá en posición de gateo. Este reflejo ocurre de los 6 a 7 meses y dura hasta que el niño empieza a caminar.
Reflejo de extensión de dedos: si el bebé tiene el puño cerrado, le acariciamos suavemente el lado externo de su mano, desde el meñique hasta la muñeca, para hacer que la abra. Resulta muy útil cuando queremos que suelte algo que no debía agarrar.