Aunque no lo creas, estas son 7 cosas ofensivas que algunos esposos le dicen a sus esposas.
Asà es, en realidad hay muchas cosas que nunca debes decir a tu esposa. Algunas de ellas son extremadamente ofensivas y pueden hacer que una relación se desmorone. ¿Sabes por qué? Porque muestran una falta de respeto por la relación, e incluso pueden llevar a su esposa a pensar que no hay amor entre ellos.
Estas cosas solo servirán para dañar aún más la relación. A continuación, encontrarás una lista de 7 cosas ofensivas que los maridos dicen a sus esposas:
Presumir de su ex
Es posible que su marido viva comparándola con su ex. Estas palabras pueden parecer inocentes, pero pueden enviar un mensaje de que su relación no es tan sana como parece.
Si su pareja sigue comparándola, puede que en realidad sienta aún una pizca de nostalgia por su antigua pareja. Si este es el caso, es hora de reconsiderar su relación.
Ahora bien, si su pareja habla mal de su ex, probablemente no entienda bien la dinámica de la relación. Puede parecer encantador en público, pero podrÃa ser completamente diferente una vez que está solo. Si usted es la que se siente incómoda hablando de sus ex, asegúrese de comunicar estos sentimientos antes de que su pareja empiece a hablar mal de su ex.
Desestimar todo lo que dice
Muchas esposos tienen el hábito de desestimar todo lo que sus esposas les dicen. A larga se va solidificando el sentimiento de impotencia y frustración en ella, lo que también puede fácilmente provocar estallidos de ira o frustración.
También podrÃa crear inseguridad en su esposa, pues crear una brecha entre las parejas en la que su esposa se sienta que va a la deriva con alguien que no sabe lo que está haciendo. Con el tiempo, su esposa puede cansarse de ser la que apaga los fuegos emocionales, pues aunque no lo admitas, ella acierta el 99,9 % de las veces.
Es el momento de escuchar más y hablar menos.
No, no la compares con tu madre
Si quiere impresionar a su mujer, hay varias cosas que no debe decir. Una de las ofensas más comunes es comparar a tu mujer con tu madre. Peor aún, puedes hacerlo de forma poco cariñosa. Pero no le hace ningún bien a nadie comparar a su esposa con su madre. Si usas la frase de manera inadecuada, dañará tu matrimonio.
¡Eres una exagerada!
Honestamente, la gran mayorÃa de las mujeres tienden a exagerar un poco las cosas, pero llamar a alguien «exagerado» se considera una falta de respeto. Lo mejor es preguntarse por qué esto o aquello es tan grande o tan desagradable para ella. Aprende a respetar las opiniones. Por ejemplo, tanto como la gran mayorÃa de nosotros, algunas mujeres no toleran la mentira. En definitiva, todo depende de cómo le afecte la realidad. Mejor escucha pacientemente a tu esposa, y no le digas que es una exagerada en algunas cosas que dice.
Te avergüenza por cualquier motivo
Los hombres inseguros utilizan este insulto para machacar los sentimientos de su pareja. Intentan que su mujer se sienta mal por ser mujer, cuando los ciclos menstruales no tienen nada que ver. Otra táctica clásica de los maridos manipuladores es avergonzar a las esposas con sobre peso. Esta expresión puede aplastar la autoestima de una mujer y hacer que se sienta desafortunada por estar casada con una persona tan cruel.
Acusarle de no escuchar
Puede parecer que no tienes tiempo para escuchar a tu pareja, pero no puedes negar que tu esposa está ocupada y no tiene tiempo para escuchar lo que tienes que decir. Cuando no te escucha, reacciona con un rápido contra juicio.
Antes de compartir algo que necesites que ella escuche, asegúrate de que te acercas a ella en el momento adecuado. Por ejemplo, procura que no esté ocupada con algún quehacer o con algún problema que resolver de los hijos.
Por otro lado, el error más común de los hombres es acusar a sus cónyuges de no escuchar. Esta táctica no funciona y, de hecho, puede hacer que tu pareja esté menos dispuesta a escucharte. Los hombres tienden a ser más lentos que las mujeres a la hora de asimilar la información, por lo que puede resultar confuso para ambos. Algunos cónyuges no escuchan deliberadamente a sus esposas, mientras que otros simplemente no tienen tiempo para escuchar.
¡Ya, cálmate! ¡Relájate, mujer!
Nada puede hacer que una esposa pierda más el control que pedirle que se calme. Lo mejor es callarse y esperar a que pase. Recuerde: «Una respuesta amable puede calmar la ira, pero las palabras ásperas pueden despertar el furor».
Todo depende de la situación, pero pedirle a tu esposa que se calme durante una discusión suena más como agresión.