Chicos que salvan milagrosamente su vida
Que los accidentes o incidentes no tienen hora ni lugar para ocurrir es tan cierto como que Colón llegó a América. En este caso, una vez más queda demostrado que las casualidades no tienen hora y que los milagros no existen. En el presente video, unos chicos descansaban tranquilamente en una banqueta bajo un árbol, en una calle c omo tantas, cuando de pronto un auto se salió de senda y chocó directamente contra ellos. Milagrosamente… ¡salen ilesos!