No tiene brazos, pero toca la guitarra con los pies… IMPRESIONANTE.
Esta es una hermosa historia de coraje y determinación. Muchas personas con discapacidades severas tienen muy buenas razones para quejarse y reclamarle a la sociedad, a la ciencia e incluso, a Dios, la razón que dio origen a sus diferencias. Sin embargo, usted encontrará en la mayoría de las personas con discapacidades graves, que muchos de ellos poseen una enorme compasión por las personas que los rodean. Estas personas también tienen un espíritu abierto y constructivo que puede eclipsar cualquier limitación.