El 10 de julio de 1941, la mitad de los residentes de Jedwabne, un pueblo polaco ubicado a 85 millas al noreste de Varsovia, asesinaron a la otra mitad del pueblo: hombres, mujeres y niños inocentes.
La multitud, encabezada por el alcalde, era católica, y sus 1.600 víctimas eran judíos. El pueblo sacrificó a sus víctimas durante varias horas de indescriptible pesadilla, con palos, cuchillos, rifles y otras armas improvisadas.
Los que sobrevivieron a la masacre fueron luego acorralados en un granero donado por un agricultor de la zona, el cual más tarde fue incendiado. En el lugar de la masacre se erigió una placa, en la cual se culpa a los nazis de tan horrible hecho. Sin embargo, los nazis sólo lo habían autorizado. Los lugareños caminaban por el lugar donde estaba la placa durante medio siglo, aún sabiendo la verdad, no dijeron nada.
Los terribles secretos de Jedwabne fueron, al fin, descubiertos. Revelando que los responsables de la masacre fueron sus propios vecinos. HAZ CLIC AQUÍ PARA LEER MÁS SOBRE LA CONTROVERSIAL PELICULA