A lo cual Felipe respondía, que todo está en la fuerza de voluntad. En sacarse de la mente los tan cotidianos ¡5 minutos más!, que no nos dejan nada bueno y no nos ayudan a descansar más.
Diariamente Felipe se va a la cama a las 9:30pm, luego de una larga jornada productiva que empieza desde las 4:30 am. Así lo que empezó como un reto, hoy se ha convertido en un modo de vida.