Ser paciente tiene sus recompensas
Ser paciente tiene sus recompensas, es una verdad universal. La paciencia es en estos días algo muy valioso que pocos poseen. A veces el mundo de hoy, tan acelerado y pleno de urgencias sin sentido, te hace creer que tener paciencia en sinónimo de ser tonto. Nada más lejos de la realidad, porque ser paciente es una virtud de Dios que debemos cultivar, mantener y enseñar, porque ser paciente tiene su recompensa. Debemos enseñarle a nuestros hijos a cultivarla, en todos los aspectos, pues de su capacidad de ser pacientes dependerá en gran parte su futuro, tanto emocional como económico o profesional.
Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.