Las redes sociales han sido el beneficio actual de miles de personas en el mundo. Bien sea porque las redes nos ayudan a canalizar el auge de una empresa, así como también la posibilidad de encontrar familiares y amigos que no hemos visto en años, y también nos funcionan para ser salvados de emergencias o para denunciar maltrato de cualquier tipo.
De la misma forma, las redes sociales tienes aspectos negativos; como el enriquecimiento de personas con malas intenciones quienes se avocan a crear cuentas falsas para perjudicar a los demás, desde las estafas monetarias o el desprestigio de algún individuo, hasta cosas con mucha más incidencia como los maltratos físicos de animales y ciudadanos. Pero, dentro de todo lo mencionado, las redes sociales permiten a personas de mala calaña, ser atrapados a través de sus propias cuentas. Como el caso del violador Carlos Alfredo Menéndez Cruz. Quien fue detenido por agentes de la policía, cuando por medio de su cuenta de Facebook fue localizado y puesto a la orden de la fiscalía de su ciudad.
Pero, ¿Qué delito cometió Carlos? Pues, la historia comienza cuando una dama sufrió un percance con su automóvil en una carretera de Xcunyá, ubicada en el municipio mexicano de Mérida, específicamente en el estado Yucatán, al sureste del país. Ella sin saber lo que le deparaba el futuro, se detuvo frente a una obra en construcción, donde se encontraba Carlos trabajando. Quien, luego de acercarse a ella, la tomó del brazo y le aseguró que le haría daño.
El delito no sucedió tan fácil y tampoco de inmediato. Carlos y la dama conversaron y se dirigieron a la caseta de vigilancia. Estando solos, fue entonces donde aprovechó Menéndez para comenzar su maltrato físico, con intenciones de violarla. Comenzó a estrangularla con una mano, y con la otra la despojaba de su ropa. Ella asustada y forcejeando con el perpetrador, siguió hablándole para que no le hiciera ningún daño. Fue entonces, que ella se percató de que su miembro no se encontraba totalmente listo para que cometiera el acto. Dato que le dio más fuerza para convencerlo de que lo dejaran para otro día, y así él le proporcionara su número de teléfono. Todo con la intensión de que se encontraran en otro momento, a modo de cita.
El violador sabía que ella lo estaba engañando. Así que intentó violarla pero sin duración alguna en el acto. Ella no paraba de hablarle y decirle que la dejara, que no debían seguir. Que se encontraran en otra fecha y hasta en un lugar mejor.
Luego de este intento fallido de Carlos, el hombre se dejó convencer. Le dio su nombre a la mujer y su número de teléfono. Ella lo guardó a través de un repique con su celular, y salió despavorida de la caseta de vigilancia de la obra, donde unos segundos antes había sido agredida.
Dolida y asustada, la mujer llegó a su vivienda y le contó a su esposo lo sucedido. Quien de inmediato rastreó el número telefónico por internet, dando como resultado una cuenta de Facebook. Carlos, había registrado su teléfono personal en una cuenta común de una plataforma de redes sociales.
La pareja acudió entonces a las autoridades, colocaron la denuncia y un equipo de expertos, gracias a la cuenta de Facebook que localizó el esposo de la víctima, dieron con el paradero del sujeto, privándolo de libertad por el terrible delito que había cometido en contra de la dama.
Esto es prueba de la capacidad que tienen las redes hoy en día, de permitir amedrentar a ciudadanos inocentes, así como para detener delitos de gravedad. Siempre, en todo momento, se debe tener extremo cuidado con los datos que se proporcionan en nuestras cuentas de redes. Pero sabiendo que algún día, esto puede salvarnos la vida.