A pesar de tus errores yo te sigo amando, has llegado a creer que yo dejé de amarte, pero debes saber que Yo soy un Dios de misericordia, de amor y de perdón. Sé que tu arrepentimiento es genuino, mi sangre te ha limpiado de todo pecado, hoy tienes una nueva oportunidad para comenzar de nuevo, para hacer la cosas diferentes.
Deja de vivir en el pasado, deja de atormentarte más, no permitas que nadie te haga sentir que no vales, yo fui quien morí por ti, quien derramó su sangre para que ahora tú vivas con tu frente en alto, tú no eres lo que la gente dice que eres, tú eres lo que yo dije que eres, mi hijo, mi guerrero, no te dejes llevar por esas voces que te condenan a cada momento, fuiste creado para ganar batallas y obtener victorias.
En este día yo te he dado la victoria sobre el pecado, sobre la enfermedad, sobre la pobreza, sobre la escasez, levántate y resplandece, declara mi palabra con fe y aprópiate de todas las promesas que tengo para ti en ella.
Yo te amo, eres mi hijo y siempre estaré a tu lado. No temas, no desmayes, yo estoy contigo para levantarte. Recibe hoy la nueva y divina misericordia que tengo para ti, acéptala, respétala, abrázala, compártela, cuídala. Es tuya, es tu regalo, es tu don, es la fuente de tu bendición. Traerá unión a tu familia, sanidad a tu cuerpo, paz a tu corazón.
Te amo hijito.
Amén.