Deja de preocuparte, recibe mi paz, guarda tu calma trae ante mis pies toda tu ansiedad. Busca mi reino, ponme a mí en primer lugar y todas las cosas buenas y bellas que deseas serán añadidas, de nada tendrás necesidad.
Esto es prosperidad, esto es bendición. Despertar cada día y dar gracias, encomendar tu vida al único que te puede ayudar.
Yo envío personas, voy a mover cosas para que muchas situaciones se puedan arreglar, pero no pongas tu esperanza en nadie más, solo en mí.
Ámame con todas las fuerzas de tu corazón, con toda tu mente, con todo tu tiempo, con toda tu energía, que yo sea siempre el número uno en tus planes y tus pensamientos.
Dame cada mañana un momento, dame unos minutos antes de dormir, dobla tus rodillas y derrama tu alma. Hay tantas cosas que yo puedo y quiero hacer, tengo tantos planes para tu familia y para ti.
Necesito tu fe y tu perseverancia. Tu fe es la certeza de lo que aún no puedes ver, si lo puedes creer, no hay límites para todas las cosas buenas que pueden suceder. Dentro de mi voluntad, si son para tu bien, si yo lo digo, se hará, si tú lo crees lo recibirás. Bendiciones buenas que te llevan a la prosperidad, que guardan tu corazón de tropezar, que visten tu alma de humildad.
Bendiciones verdaderas, eternas que debes de buscar. No busques cosas temporales que no son de beneficio para tu futuro, enfócate en todo lo que te será de edificación para la eternidad, para tu familia, para tu vida espiritual.
Te lo repito y te lo pido, deja de preocuparte, recibe mi paz, guarda tu alma. Pon en mis manos todas tus preocupaciones, en mis manos tengo el control de todas las cosas. Créelo, porque así es, vívelo, cambia tu semblante, adorna tu rostro con tu mejor sonrisa, dale la bienvenida a muchas nuevas bendiciones que vienen a tu vida, dile a quienes amas que esperas un milagro, que muy pronto todos se alegrarán. Así será. Amén.