Déjate amar por Dios, recuéstate en sus brazos,
Déjate rodear por su amor y que sean SU paz
Y Su sabiduría las que te ayuden a enderezar tus pasos.
En medio de la batalla violenta, cuando solo se oye
El grito de los enemigos,
Busca un lugarcito y siéntate, cierra tus ojos, cubre tus oídos,
Abrígate bajo su sombra y saborea el silencio,
La quietud, La tranquilidad de su mirada.
Y poco a poco, así como se levanta la mañana,
Escucharás un murmullo,
una dulce voz que tu nombre llama,
Y Que te dice:
OYE, PON ATENCIÓN A QUIEN TE HABLA,
Un día sellé tu destino, y no se me ha olvidado,
Que juntos subiríamos montañas,
Derrotaríamos ejércitos, saltaríamos murallas,
Y si hoy flaquearon tus rodillas, no es tu culpa,
Estaba escrito,
Que te pararías frente al rio de la verdad,
Y renovarías ahí tu compromiso eterno,
Si, tu compromiso conmigo,
YO SOY EL QUE SOY, tu creador,
Tu fortaleza, y tu corazón HOY ME ESCUCHA y entiende la razón,
Que hay un propósito, NO HA MUERTO TU VISIÓN.
Tu vereda se endereza hoy y las tinieblas se disipan con la luz
Del brillo potente de tu pasión por experimentar el cielo,
Por hacer realidad mí reino en la tierra de aflicción,
Por tu deseo de que renazcan las sonrisas en los rostros
De quienes viven en dolor.
SOY EL QUE SOY, EL ETERNO. Tu llamado es confirmado hoy,
EL cielo y la tierra son testigos, seguiremos caminando juntos,
NO ME HE OLVIDADO DE TI… VAMOS, dame tu mano
Que tenemos que seguir luchando, y tú tienes que llegar
A la culminación de ese llamado, que en la meta miles te esperan,
Para alegrarse junto a ti cuando con mis manos coloque en tu cabeza
LA CORONA DE LA VICTORIA ETERNA.
Amén