Esas cosas que has perdido, las vas a recuperar. Yo soy el Dios que levanta y restaura, haré que te regresen lo que te han quitado porque me has buscado con sinceridad y humildad.
He visto como tu corazón sufre y piensas en ocasiones que tu vida está acabada, pero pronto entenderás más claramente cuánto te amo en verdad.
Tu futuro siempre ha estado en mis manos, tengo el poder para cambiar todas esas situaciones que vinieron contra ti. Hubo momentos en que te sentiste solo y perdiste los deseos de vivir, pero estoy cambiando todo, por eso también me he acercado a ti, a mostrarte con este amor que te tengo, que quiero bendecirte grandemente y que lo que otros planearon para tu mal, yo lo cambiaré, lo usaré para levantarte, fortalecerte y prosperarte.
Tienes que ser valiente y soñar con sueños grandes, tienes que atreverte a pensar en proyectos gigantes. Sabes que tomado de mi mano puedes llegar muy lejos, si realmente crees con toda tu alma que mi presencia vive en tu corazón, empieza a pensar como yo pienso.
Para mi poder no hay límites, obstáculos o enemigos que puedan detenerme. Eres mi hijo, y como yo te veo tu también tienes que verte. Deja de pensar en la derrota, ya no le des en tu mente un espacio ni al desánimo, ni al fracaso.
Yo voy a hacer que vuelvas a recuperar lo perdido, pero tienes que valorar todo mi amor y los planes que tengo para ti.
Ven cada mañana a hablar conmigo, busca durante el día unos minutos y hablemos un poquito. Antes de irte a dormir dobla tus rodillas y cuéntame como te fue, que cosas enfrentas.
Te llenaré de fuerza sobrenatural, verás con tus ojos grandes milagros que tu vida cambiarán, comprobarás que Yo Soy un Dios y Padre fiel, pero también quiero tu lealtad. Dime que me amas, una vez más. Amén.