La oscuridad no me asusta,
no temo al valle de muerte. Tu mi Señor,
calmas la tempestad,
reprendes al viento,
venciste a la muerte.
Gracias por protegerme, por amarme.
Tuyo soy, Jesús, en ti confió.
La oscuridad no me asusta,
no temo al valle de muerte. Tu mi Señor,
calmas la tempestad,
reprendes al viento,
venciste a la muerte.
Gracias por protegerme, por amarme.
Tuyo soy, Jesús, en ti confió.