Levántate, que yo te lo ordeno

Dios te dice hoy, escucha con reverencia:

Levántate, que yo te lo ordeno, camina, que yo te lo mando, no temas porque yo te aseguro que eres mi hijo y ningún miedo debes tener.

He puesto en ti las fuerzas, he derramado en ti poder, con tus propios ojos verás en este mes grandes milagros, si oyes y obedeces mi palabra, si eres valiente en creer.

Que tu oído escuche, que tu alma atesore la palabra viva y franca que alumbra tu camino, que te prepara para tiempos mejores.

Si oyes mi voz hoy, tu corazón no endurezcas, siempre me has ofrendado tu fe sincera y sencilla, así que no permitas que las aflicciones te desvíen de la senda de la vida.

Cree en mí, yo te ayudaré, confía en mí, yo te libraré, estoy contigo, Yo estoy contigo. Este día verás que esperar en mí no es en vano, que tu tiempo no has perdido.

Hoy verás como tu fe ha crecido y de haber empezado como una semillita, hoy eres un árbol fuerte, no te podrán vencer vientos rugientes.

Se acercarán a ti los que te despreciaron, se asombrarán aquellos que te criticaron, no les cierres las puertas, tú serás prosperado para bendecir, tendrás para ayudar, dar y repartir.

Así será, créelo con toda tu alma.

Amén

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