No estés triste, no te fallé, te tengo algo mejor. No escondí mi rostro de tu necesidad, no he cerrado nunca mis oídos a tu oración. Te he escuchado, se lo que has pedido, conozco la situación de tu corazón, se por todo lo que te has atravesado y se cuanto has sufrido. Pero yo tengo mis planes, siempre te daré lo que es mejor para ti, siempre voy a proveerte lo que realmente necesitas, lo que mejor te conviene. No te enojes conmigo, no le des lugar en tu mente a esos pensamientos que te llenan de tristeza y te causan tantas dudas. Confía en mí y déjate llevar por la corriente suave del rio de mi cariño, sumérgete en las olas de mi presencia, déjame tocar y acariciar tu corazón con el fuego eterno de mi amor. Quiero llenarte de paz, de fe, de confianza, de tranquilidad, de quietud, de esperanza, quiero que ya no estés molesto porque las cosas no están sucediendo como estabas esperando, pero puedo asegurarte que muy pronto entenderás todo esto que te estoy hablando y sabrás que yo siempre tuve en mi mano la respuesta que estabas necesitando. Te envié cosas buenas, te di lo mejor, aunque a veces con tus ojos naturales no puedes percibir lo maravilloso de mi amor, pero ya viene ese día cuando entenderás completamente y no tendrás necesidad de que te explique detalladamente porque entonces veras, comprenderás, apreciarás, y alabarás mi nombre.
Prepárate con una actitud humilde y sincera para recibir la bendición del cielo que llegará hasta ti como llega la hermosa primavera. Después de un invierno frio, después de días nublados y en silencio, los cielos se abrirán para ti y recibirás todo lo que anhelas, todas esas cosas edificantes y buenas, salud, provisión, unidad en tu familia, sabiduría y protección y muchas cosas mas que no me pediste pero que yo te quiero dar. Yo se porque hago las cosas, y mis pensamientos y mis planes para ti son mucho mas grandes y mas altos de lo que tu piensas. Aquí vengo en camino con tu bendición, espérame con tus brazos abiertos porque en ti derramare felicidad a manos llenas.
Amén.