No hay nada nuevo bajo el sol

¿Alguna vez te has preguntado qué es la vida? ¿Vida es esto que vives? ¿Quién es el dador de la vida?

Recuerdo en tiempos de niñez que mi padre escuchaba una canción viejita que siempre repetía, probablemente quería que se me grabase en el corazón para siempre, pues lo logró.

La canción decía lo siguiente:

Joven busca a Dios, mientras tengas tiempo, busca a Dios, mientras pueda ser hallado.

Nuestra vida es pasajera, peregrina en esta tierra.

Somos como flores del campo que mañana se marchitan.

Juventud, acuérdate de Jehová, ahora que eres joven

Y dale tu corazón para amarle y adorarle.

¡Juventud busca a Dios!

¡Cómo se nos van los días, cómo se nos van los años, ayer fuimos niños, ahora somos jóvenes, y mañana partiremos. Nuestros días son muy cortos, unos nacen, otros mueren. Vanidad de Vanidades!

En la Biblia hay un libro que fue escrito pensando en todas las preguntas que se le pueden ocurrir a la mente más brillante. Por ejemplo, el hermoso libro de Eclesiastés. En su primer capítulo nos declara que todo es vanidad, vanidad de vanidades, la misma vida es vanidad, la misma vida es un absurdo, cuando se vive sin Dios. Vanidad.

Lo más absurdo de lo absurdo,
—dice el Maestro—,
lo más absurdo de lo absurdo,
¡todo es un absurdo!
3 ¿Qué provecho saca el hombre
de tanto afanarse en esta vida?

4 Generación va, generación viene,
mas la tierra siempre es la misma.

Eclesiastés 1:2-4

Los versos de El Predicador, leídos en la versión NVI (Nueva Versión Internacional) quieren llamar nuestra atención con esta pregunta ¿Qué obtiene el hombre de tanto afanarse en su vida?

Te has puesto a pensar cual es la verdadera motivación que te empuja a trabajar y afanarte tanto día a día? Podrías responderte que es porque necesitas dinero y hay gastos que cubrir en casa, estás seguro que esa es tu verdadera motivación, o simplemente no tienes una motivación, y, si trabajas ¿es porque es lo que te acostumbraste a hacer?

5 Sale el sol, se pone el sol,
y afanoso vuelve a su punto de origen
para de allí volver a salir.
6 Dirigiéndose al sur,
o girando hacia el norte,
sin cesar va girando el viento
para de nuevo volver a girar.
7 Todos los ríos van a dar al mar,
pero el mar jamás se sacia.
A su punto de origen vuelven los ríos,
para de allí volver a fluir.

Eclesiastés 1:5-7

Estos versos resaltan el enfoque de que la vida es como una ruleta que gira y nunca se detiene. La compara como el sol que cuando sale y se hace la mañana, de pronto no te das cuenta y ya se hizo de noche otra vez. La compara con el mar, que recibe las aguas de todos los ríos que desembocan en él, y aun así no hay un momento en el que se inunde o deje de recibir más agua. Es grande la sabiduría de Dios.

8 Todas las cosas hastían
más de lo que es posible expresar.
Ni se sacian los ojos de ver,
ni se hartan los oídos de oír.
9 Lo que ya ha acontecido
volverá a acontecer;
lo que ya se ha hecho se volverá a hacer
¡y no hay nada nuevo bajo el sol!

Eclesiastés 1:8-9

Para Dios no hay nada nuevo, ni nada que no se haya creado para él!

Querido joven, medita en su Palabra y deja que Dios le dé un sentido nuevo a tu vida, como decíamos al principio ¡Busca a Dios, mientras haya tiempo!

¡Dios te bendiga!

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