Juan lucia como el hombre perfecto para mi. Eso nos decian nuestros amigos, nuestros parientes, o mas bien los parientes de el. Mi mamá que en paz descanse, siempre me apoyo en mi noviazgo y en mi decisión precipitada de casarme. Mi papá y mi hermano mayor, veian a mi novio con mucho recelo. – Algo no me cuadra- decia mi papa con su acento ranchero- «no me gusta el muchacho».
Un domingo mi hermano me despertó para decirme que queria hablar conmigo. Habia visto a Juan la noche anterior con otra chica, en un lugar que yo nunca frecuentaria, un cabaret de mala muerte. Me lo dijo tan convencido y me sentí tan mal. Le pregunté a Juan y me dijo que no era verdad. Dias despues mi hermano lo enfrentó y se liaron a golpes. Hasta la fecha no se hablan. Bueno, pues meses depues salí embarazada, y decidimos casarnos sin ceremonia ni nada.
Casi a la mitad del mi embarazo empecé a tener problemas con Juan. Llegaba tarde del trabajo, y una vez lo pillé minitiendome. El dia de pago quedó de recogerme, pero no llegó. Me dijo que se le habia hecho tarde en el trabajo, y que no le habian pagado. Tonto, porque el no sabia que yo ya habia llamado a su trabajo, y la recepcionista claramente me dijo que «despues de recoger su cheque», se bañó y se fué, (es un trabajo donde hay mucho calor y polvo, y cada grupo tiene un baño para asearse, pero es algo que el normalmente no hacia allí) Asi que : ¿Donde estuviste Juanito? – se quedó frio – ¡total, y a ti que te importa! fue su respuesta. Dias despues falleció mi madre, y por unas semanas se me olvidó el incidente. Pero la situación se puso peor. Ahora llegaba tarde todos los dias, no traia dinero a la casa.
La mayor decepción fue cuando nació Andrea mi bebé. El muy…cretino…no mostró mucha alegria como otros padres, luego alguien me comentó que el habia dicho, que » el queria un hombrecito». Allí si se acabó mi paciencia. Por el luto de mi madre y por mi embarazó no habia dicho yo casi nada de la situación pero esto fue el colmo. NO ERA MI JUAN EL QUE YO CONOCI, EL QUE ME CONQUISTO, EL QUE ME ENAMORO. No, no era el mismo. Esta era otro, un frio, irresponsable hombre al cual ya ni siquiera podia llamar «esposo», porque ya ni la función de marido hacia. Me sentí deprimida, decepcionada, hastiada…
Dias despues dos amigas vienen a ver a mi bebé pero con sus caras sombrías me informan que ellas estaban seguras que vieron a Juan con una mujer muy bonita. Juan es guapo asi que admiradoras le sobran. Estas amigas mías me hacian bromas de quitarmelo, pero este dia no era broma. Esta vez si les creí y les pedi detalles. Esa noche cuando Juan llegó lo enfrenté una vez más, pero ahora con «pruebas», en mis manos. ¿Saben que me contestó hermanos? -¡Si te gusta, y si no pues si quieres me largo! ¡Tu ya sabias como era yo! – Me dijo el… – No Juan, yo no sabia que tu me ibas a menospreciar a mi, pero mas me duele que a la niña no siquiera un cariñito le haces…. Esa noche el se fue a dormir quien sabe donde…
¿PORQUE ME CASE CON ESTE HOMBRE? ¿porque no abrí los ojos cuando mi hermano me dijo aquello? que tonta soy…oren por mi…
Maria Andrea P.
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Según estudios realizados por el Centro Nacional Para Estadísticas de la Salud, el 60% de los matrimonios comprendidos en edades entre los 20 a los 25 años terminan en divorcio. ¿Es que los más jóvenes no se toman en serio el matrimonio?
Muchas mujeres suelen culpar de su fracaso matrimonial a los hombres, ¿qué papel juegan los hombres en el matrimonio? ¿Tienen que ver ellos directamente con el deterioro de la relación?
Cuando se rompe la magia en el matrimonio, ya no es posible compartir y disfrutar de la compañía y del compañerismo de ambos cónyuges, simplemente terminan odiándose sin poder tolerarse ni 5 minutos.
En el matrimonio no existe una fórmula mágica que podamos utilizar para que este funcione para siempre. Las reglas del juego en el matrimonio son muy cambiantes; en ocasiones nos casamos con nuestra pareja por algún motivo. Lamentablemente, ese motivo que nos inspiró a casarnos no es más una prioridad a largo plazo. Esto genera una situación de descontento y disconformidad, que termina por destruir por completo el matrimonio y, como resultado solemos preguntarnos: ¿Por qué me casé?
Evidentemente, tanto el hombre como la mujer necesitan reglas. Todos en este planeta necesitamos de reglas para poder vivir en paz y armonía, pero… ¿Qué sucede cuando estas reglas y prohibiciones atentan contra nuestros gustos o preferencias? La respuesta es muy simple, sencillamente tiramos la toalla y terminamos nuestra relación.
Tiene problemas en el matrimonio. ¿Por qué usted se casó?
Usted probablemente se casó porque:
– Necesitaba de una compañía porque odiaba sentirse solo/a,
– Por razones sexuales.
– Porque embarazó a su novia.
– Porque le pareció que su pareja era inteligente en un principio; pero ahora a su entender ya no lo es tanto.
– Por razones de índole económica, quizá usted quería mejorar su posición social.
– O quizás lo hizo por la razón tradicional, amaba a su pareja de verdad.
Entonces, si sabía que tendría problemas en el matrimonio ¿Por qué se casó usted?
El mundo necesita de matrimonios sólidos y maduros, que garanticen el crecimiento de hijos estables emocionalmente para poder erradicar la violencia y los actos que empequeñecen al hombre. Mantener una relación estable es señal de que la persona es madura. Hagan lo posible por perseguir este fin o seguiremos languideciendo en un abismo de impotencia, que asfixia nuestra relación de pareja. Es preferible preguntarse antes el porqué desea casarse con su pareja y, no dejar que pase el tiempo para preguntaremos: ¿Por qué me case?