La niña murió en los brazos de su madre, pero Dios tenía la última palabra…
En verano, Alise y su mamá, Jamie, fueron a una fiesta en la piscina de un amigo. Los niños estaban disfrutando de la piscina, pero después de un tiempo, los padres notaron un relámpago en la distancia. Mientras llamaban a los niños para que salieran de la piscina, Jamie dice que había algo diciéndole que debía mantener el chaleco salvavidas de su hija puesto. Pero la fiesta estaba terminando y el tiempo de nadar había terminado, así que no había realmente ninguna razón para dejarselo.
Todo el mundo se dirigía hacia el patio para tomar un aperitivo antes de ir a casa. Pero cuando Jamie se dio la vuelta, Alise ya no estaba donde la había visto por última vez. Y fue entonces cuando ella supo que algo andaba mal.
Jamie rodeó la piscina, pero no vio Alise en ningún lugar. Pero pasó una segunda vez alrededor, lo que vio le dió escalofríos. Debajo de una de las balsas estaba pegado un pequeño pie… ¡El pie de Alise!
La madre aterrorizada se zambulló en la piscina, gritando a los otros padres que llamaran al 911. Jamie estaba orando mientras la agarraba y pensó que empezaría a toser para sacar el agua. Pero cuando la levantó, era evidente que estaba sin vida. La piel de la niña estaba azul.
Jamie puso a su hija al lado de la piscina, donde ella y otros padres comenzaron a reanimarla con primeros auxilios. Heather, una instructora de RCP, recuerda que tenía muy pocas esperanzas para Alise, ya que no tenía pulso.
A medida que los minutos pasaban, Heather y Jamie continuaron haciendo la reanimación cardiopulmonar. Pero el panorama se volvía más sombrío cada segundo que pasaba. Y así, los espectadores aterrorizados hicieron lo mejor que pudieron… oraron. Natika Rowles, otra mamá en la fiesta, dijo: «Todo lo que podíamos hacer era Orar. El miedo entra en acción, pero la Palabra dice “llama las cosas que no son como si fuesen” y no había vida. Queríamos vida de modo que hablamos de vida, porque eso es lo que Dios nos dice que hagamos «.
Pero si piensas de nuevo en la historia de Lázaro, recordarás que estuvo muerto durante 4 días antes de que Jesús lo trajera de vuelta a la vida. Y después de 12 minutos, Dios hizo lo mismo con Alise. Jamie dice: «Ella de repente tenía color y los labios de color rosa. Su corazón comenzó a palpitar y ella comenzó a respirar. Fueron respiraciones muy fuertes».
La ambulancia llegó, y Alise fue trasladada de urgencia al hospital. La niña ya estaba respirando, pero todavía estaba en estado crítico, y los médicos no tenía muchas esperanzas. Nadie sabe cuánto tiempo el cuerpecito de Alise había sido privado de oxígeno. El doctor Jeremy Garrett dice: «Su cuerpo y su cerebro se vieron afectados. Sus pulmones tuvieron lesiones graves lo que era un gran problema «.
Y así, la familia continuó pidiendole al Gran Sanador. Un amigo creó la página de Facebook, con Oración para Alise, donde miles siguieron la condición de Alise y oraron por su recuperación. ¡Y el poder de esas oraciones fue verdaderamente increíble!
Después de 6 días, Alise comenzó a mejorar. Los médicos disminuyeron su sedación y Alise despertó. Le quitaron su ventilador, y este pequeño milagro sorprendió a todo el mundo no sólo podía hablar, ¡sino también cantar!
Después de tan sólo 2 semanas, Alise fue capaz de volver a casa. Y casi todo el mundo reconoce que Dios es la razón de su recuperación.