A cualquier golpe que te dé la vida,
Si herido eres con menosprecio,
Si las dudas atormentan tu mente,
Si dolor y tristeza lastiman tu alma,
Y aunque infinitamente duelan
Esos latigazos, en tu espalda,
Tu fe en CRISTO se mantendrá firme,
Y al mundo y al enemigo le gritarás:
¡NO VOLVERÉ ATRÁS!
Aunque esté cansado,
Aunque me sienta débil,
Aunque haya caído,
Más no estoy derrotado
Y aun si en algo hubiere fracasado,
Soy perdonado
Y limpio por la sangre de Cristo,
No volveré atrás,
Por su poder y su gracia,
En el Nombre de Jesús,
¡Jamás seré vencido!
Escrito por Hermes Alberto Carvajal