Lo maravilloso de cultivar una apreciación por el momento presente es que requiere muy poco esfuerzo. Puedes comenzar tu día haciéndolo, puedes progresar durante el día haciéndolo y puedes terminar el día haciéndolo.
Hay 6 formas fáciles de comenzar a disfrutar el momento presente.
1. Aprecia los momentos de vigilia.
En lugar de simplemente apagar tu alarma y arrastrarte lentamente de la cama, solo quédate quieto y aprecia el nuevo día.
Mientras estás allí, piensa en tu respiración y siéntete agradecido del oxígeno que llena tu cuerpo en este nuevo día. Cuando te haces consciente de lo importante de esas pequeñas cosas aprendes a apreciar la vida como Dios la da.
2. Siente todo.
Siempre que tus sentidos estén siendo estimulados, haz el esfuerzo de notarlo todo. Si caminas en el parque, observa la profundidad de los colores, el concierto de sonidos y las vistas refrescantes.
Incluso si estás sentado en tu oficina, puedes hacer este ejercicio apreciando lo que te rodea.
3. Sonríe.
Esta idea puede parecer demasiado simple y un poco loca. Sin embargo, cuando comienzas a detenerte en puntos aleatorios durante el día, abrazar el momento presente y sonreír, tus días comenzarán a mejorar.
Sonríe al azar, sonríele a otras personas, sonríe y disfruta los resultados.
4. Enfócate en lo que estás haciendo.
Todos hemos intentado realizar múltiples tareas y esta no es la forma más eficiente de hacer las cosas. Centrarse en lo que estás haciendo no solo aumenta la probabilidad de que lo disfrutes, sino que también aumenta la calidad de la tarea que realizas.
5. Celebra.
Generalmente tendemos a no celebrar las “pequeñas victorias”. Pasamos los días llenos de cosas que hacer y pasamos de una cosa a otra a pesar de tener algunos pequeños éxitos en el camino.
Es importante estar presente y celebrar cuando hayas completado una tarea con éxito.
6. Gratitud siempre.
Cuando te sientes agradecido por algo que estás experimentando actualmente, disfrutas el momento presente. Una manera segura de lograr esto es simplemente tomar conciencia de los latidos de tu corazón y sentir gratitud por su palpitación en tu pecho.
Extiende esta práctica y está agradecido con Dios por todo, desde tu respiración hasta tu capacidad para escribir. Es imposible sentirse agradecido y estresado al mismo tiempo.
Permitirte abrazar el momento presente varias veces al día será un regalo increíble que te darás a ti mismo permitiendo una vida más feliz, más saludable y menos estresante.