Cuando el ser humano logra discernir entre lo que es bueno y lo que es malo, a menudo se siente culpable al transgredir lo que entiende que está como correcto y suele ser difícil saber cómo perdonarse a sí mismo.
Aunque esta culpabilidad nos crea cierta sensación de malestar puede ser algo positivo, pues si lo permitimos actúa en nosotros como agente modelador de nuestro carácter; nos hace aptos para la coexistencia, ya que nos guiara por el camino correcto, esto es si sabemos incorporar el aprendizaje. Esto es vital para lograr entender cómo perdonarse a sí mismo.
La falta de culpa muchas veces está relacionada a trastornos de identidad disociativa como la apatía.
El problema de sentir culpa es que nos ata al pasado y no nos permite avanzar, es importante comprender el hecho de que somos humanos y como tales solemos errar, aun así hay que procurar evitar repetir los mismos errores sin razón.
Perdonarse a sí mismo no es fácil. En el caso que sea uno mismo su propio acusador, soluciónelo resolviendo la tensión en su interior teniendo presente que la culpa es una elección y que podemos hacerla menguar entendiéndola.
Si le aqueja algo, en vez de ignorarlo es mejor analizarlo: solucione sus conflictos y si depende de usted busque remediarlos.
Procure vivir en el presente en dirección al futuro, sin relacionar su porvenir con los aspectos negativos de su pasado, y recuerde que con menos carga se llega más lejos.
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