La biblia dice que Dios es nuestro Sanador y cada día en diferentes partes del mundo suceden muchas sanidades y milagros gracias a Dios, en este día queremos hablar de la historia de Josh Martin quien fue sanado de Cáncer.
Josh Martin es un adolescente de Irlanda del Norte que padecía de cáncer, pero se recuperó y él ha dicho que sabía que iba a recuperarse, porque Dios “está cuidando de él”.
Este adolescente fue diagnosticado con cáncer agresivo en el abdomen en víspera de Navidad el año pasado, luego de haber sido llevado al hospital por una sospecha de apendicitis.
Luego de esto lo tuvieron que someter durante meses a quimioterapia, cirugía invasiva y largas estancias en el hospital.
Sin embargo la fe de sus padres, quienes eran pastores de la Iglesia Elim en Bangor, no se terminó pues ellos crearon una página en Facebook, con la etiqueta: “#prayforjosh” (que quiere decir ora por Josh).
Su madre dijo acerca de esta página que gracias a esta “miles de personas en todo el mundo se han unido a nosotros en oración por nuestro hijo de 14 años de edad”
Ayer recibieron la noticia de que el cáncer había desaparecido y Josh está convencido de que sus oraciones fueron contestadas y que Dios lo sanó.
La madre de Josh anunció en Facebook lo siguiente: “Estamos muy contentos de saber que los resultados del análisis de Joshua demuestran que ¡él no tiene tumores y ninguna señal de crecimiento del cáncer!”; también dijo que su corazón estaba destrozado al verlo sufrir y pasar por tanto dolor, pero se aseguró que su fe la mantuviera creyendo que “Dios lo quiso así”.
Josh dijo al diario The Belfast Telegraph que se siente mucho mejor que cuando tenía cáncer; también les dijo que él sabía que Dios iba a verlo. Cuando sus padres le dieron la noticia, acababa de llegar a casa de la escuela.
“Cuando me dijeron, me quedé muy sorprendido, pero no estaba realmente tan sorprendido porque yo tenía fe que iba a ser sanado. Yo creía que iba a ser mejor y tuve la fe en que lo haría”, dijo.
Y añadió lo siguiente: “Admitió que hubo momentos en que sucumbió a los temores de que no podría sobrevivir al cáncer agresivo, pero dijo que estos pensamientos sólo venían “durante una hora en uno o dos días. Pero luego me di cuenta de que hay un Dios y él está al cuidado de mí”.
