Somos humanos. Ese simple hecho deja ver nuestra debilidad, pues, aunque seamos cristianos, de vez en cuando pasan cosas malas que nos hacen cuestionar nuestra fe. Ahora imagina qué no pensará un no creyente. Cuando se producen tragedias naturales o provocadas por el hombre, nos preguntamos cómo Dios pudo permitir que le sucedieran cosas malas a la gente buena. Pero el mensaje de Dios en su Palabra es contundente; sin embargo, nosotros la mayoría de las veces hacemos caso omiso y solo recordamos sus palabras cuando llegan tragedias terribles como lo fue el caso del 9-11. Por muy terrible que haya sido la tragedia, todavía hay una razón para tener esperanza. El 11 de septiembre de 2001 marcó una de las mayores tragedias que el mundo ha experimentado en los tiempos modernos. Los ataques terroristas en el World Trade Center de Nueva York dejaron un saldo de casi 3.000 muertos y muchos otros heridos. Sin cortar la larga lista de familias y amigos que quedaron marcados por este hecho. A simple vista no parecía haber ningún rayo de esperanza en una tragedia de esta magnitud.
Pero, a pesar de la desesperación y la cruel devastación el mensaje de Dios no debía ser ignorado. Un día después de los ataques, entre los escombros de las torres, un bombero encontró algo bastante sorprendente: Fusionado con una pieza de metal en forma de corazón se encontraba una parte de una Biblia abierta en una página muy específica. El mensaje fue muy revelador.
El bombero le dio su extraño hallazgo al fotógrafo Joel Meyerowitz, quien lo fotografió y compartió la historia.
«Había pequeños nudos de hombres por todas partes en el lugar esperando a que pasara la maquinaria pesada en un cruce, o colgados junto a los campos de cultivo, o parados junto a un santuario improvisado, y muchos de ellos estaban ansiosos por contarte lo que les había sucedido, o lo que estaban pensando, o cómo se estaban sintiendo», dice Meyerowitz, quien más tarde confesaría que la pieza hallada lo estremeció.
El mensaje en la Biblia después de los ataques del 11 de septiembre (9-11)
El versículo que la Biblia mostraba era Mateo 5:38-39, y allí bajo el título “Ojo por ojo” (Represalias), dice:
«Ojo por ojo, y diente por diente: Mas yo os digo que no resistáis al mal, sino que cualquiera que os hiriere en la mejilla derecha, volved también a él la otra».
El mensaje de Jesús en la Biblia es un mensaje de perdón, algo que probablemente necesitábamos hacer más, pero que nos resultó más difícil en los días después de los trágicos acontecimientos.
A través de la pura persistencia que implicaba actos casi diarios de ingenio y desafío, Meyerowitz se convirtió en el único fotógrafo que tuvo acceso continuo al sitio y en los próximos nueve meses describió su transformación de un lugar de total devastación a un lecho de roca despejado.
En 2010, Meyerowitz entregó la pieza al Museo Conmemorativo del 11 de septiembre.