La oración por los hijos es importante. Jesús es y ha sido un líder admirado por otros grandes líderes que hemos visto a través de la historia. Por ejemplo, Napoleón Bonaparte dijo de Él que:«No existe comparación posible, ni con Carlomagno, ni con César, ni con Alejandro… Ninguno se compara con Jesús, pues todos esos personajes que les acabo de mencionar fundaron su imperio en la fuerza, mas Cristo fundó su imperio en el amor. Lo más sorprendente es que aún hoy en día, millones de hombres y mujeres están dispuestos a morir por él… aun después de tantos años.
Con todo esto, te quiero decir que los niños son un regalo de Dios. Nuestros hijos, ahora pequeños y cuando crezcan, van a tener desafíos en la vida. Yo comprendo perfectamente tu temor, pero la buena noticia es que, en este momento, te estoy recordando que, Dios, te ha dado el regalo de la oración. ¡Bendito sea su nombre! Puedes orar por tus hijos y por los niños que conoces para que Dios sea glorificado en sus vidas.
La oración por los hijos tiene poder
Dios te ha dado un arma maravillosa, por lo que como padre, tutor o simplemente con un compasivo soldado de Dios, debes orar por estos seres vulnerables. De hecho, una de las cosas que más sabemos de Jesús es que dedicaba mucho tiempo a la oración.
Es basado en sus enseñanzas que la oración por los hijos toma tanta importancia. A continuación, te daremos algunas ideas de cómo podrías orar por tus hijos:
1. Ora para que tus hijos siempre estén conectados con Dios
Orar para que tus hijos mantengan a lo largo de su vida una relación con Dios, hará que sus vidas sean ricas y plenas.
De hecho, eso es todo lo que necesitamos, mantenernos enamorados y conscientes de su amor.
2. Ora para que tus hijos honren a Dios en todo
Una forma de honrar a Dios es reconocer que Él ha sido su creador. Es bueno que crezcan sabiendo que estamos llamados a respetarlo y honrarlo, hacerle reverencia.
3. Ore para que conviertan su honra en acción
«La fe sin obras es vana», por lo que los niños que crecen honrando a Dios siempre muestran un interés genuino en participar en Sus obras.
4. Ore para que se haga en ellos Su voluntad
Los niños que quieren vivir una vida agradable a Dios siempre están dispuestos a aceptar y a hacer Su voluntad. Esto les dará discernimiento. Juan 7:17, dice: El que quiera hacer la voluntad de Dios, sabrá si la enseñanza es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
5. Ore por sabiduría
La oración, con el tiempo, les enseña a nuestros hijos que deben preocuparse más por lo que Dios les puede dar, pues crecen sabiendo que Dios cada día los está capacitando para que adquieran habilidades y sabiduría para que puedan vivir sin miedo a pasar hambre a faltarles un techo. Dios los capacita para vivir en libertad.
6. Utilice la oración por los hijos para evitar la tentación
Jesús nos deja claro en la oración modelo que, debemos pedirle a nuestro Padre que nos libre de la tentación, que nos libre de todo mal. Pero esto no es una vez al mes o cuando nos acordemos, debemos pedir por evitar la tentación y el mal cada día.
De esta manera, tus hijos tendrán las herramientas necesarias: amigos, la familia, educación, fe… La armadura de Cristo, el yelmo de la salvación para vencer cada tentación que se les presente.
7. Ora para que el amor eche fuera todo temor
Tengamos en cuenta que, Dios no se preocupa por nosotros como nosotros podríamos hacerlo por nuestros hijos y seres queridos. No, él no tiene esa necesidad porque Dios es amor. Debemos orar para que nuestros hijos aprendan a vivir en el amor de Dios, porque el amor echa fuera todo temor.
En conclusión:
La oración por nuestros hijos es poderosa. Puede cambiar cualquier situación, no porque oremos, sino porque a Él le place. Porque él es amor y al orar entramos en esa atmosfera en la que reconocemos que, sin él, no somos nada y que, para él, nada es imposible. Es comprender que, solo quiero lo que Tú quieres, Señor, porque Tú lo quieres.
Podemos resumir que:
- La constancia en la oración por los hijos fortalece una vida de fe y confianza en Dios.
- Nos da tanto a nuestros hijos como a nosotros seguridad, aunque parece que Dios a veces calla.
- La oración constante nos lleva al abandono natural de ponernos en sus manos.
- Con la oración aprendemos que, no siempre queremos lo mejor, sino que Él tiene un mejor plan para nosotros.
Oremos para que nuestros hijos tengan un corazón agradable a nuestro Señor.