Hoy te presentamos algunas Mujeres valientes de la Biblia. Este libro sagrado incluye muchas historias de damas esforzadas, por lo que este artículo explora la vida de algunas de estas mujeres. Además de ser importantes porque son co-creadoras en todo.
La mujer se ha destacado a la largo de la historia, sirviendo como líderes en la sociedad y siendo testimonio de la presencia de Dios en sus vidas. Puedes aprender de sus historias y aplicarlos a tu vida. Aquí están algunas de las mujeres más importantes de la Biblia.
Muchas de estas mujeres tenían una fuerte creencia en la promesa de Dios. Así que el Señor les concedió dones. Eran muy ingeniosas, valientes y emprendedoras. Muchas otras también pudieron ayudar a otros. A menudo, el plan de Dios es mucho mejor.
Mujeres valientes de la Biblia: Sara
Sara era una mujer de una belleza asombrosa. También era risueña, y otras veces podía ser dura, irrespetuosa o grosera al hablar. Por ello, en un principio podría resultar inesperado que Sara fuera elegida.
Sin embargo, su forma de actuar fue siempre muy humana… fue elegida por Dios, a pesar de que tenía virtudes y muchos defectos.
Por otro lado, a pesar de todo, Sara sería la única mujer que gozó del privilegio de que Dios le hablara directamente, ya que a las demás profetisas señaladas en la Biblia obtuvieron mensajes de Dios a través de ángeles.
Su nombre inicialmente significaba «mi princesa». ¿Lo recuerdas? Su nombre era Sarai. Después de que el Señor, antes de otorgarle el milagro de tener un hijo a la avanzada edad de 90 años, su nombre, Dios se lo cambió por «Sara». En hebreo, el nombre Sara se utiliza para señalar a una mujer de alto rango y también se traduce a veces como «princesa» o «líder».
Como dijimos al principio, Sara tenía una personalidad fuerte. Era dominante y sabía exactamente cómo hacer sentir su autoridad y su señorío. Si evaluamos su vida podemos entender que tenía dos elementos clave: era una dama organizada, controlaba muy bien a sus criadas y a su casa, pero tenía muy claro que Abraham era el jefe de la casa y que por ello le debía respeto.
Pero algo pasó en esta historia con Sara, quien se deseperó y por su propia elección, entregó a su sierva Agar a Abraham para que procreara hijos, ya que, según las normas mesopotámicas, una mujer estéril podía entregar su sierva a su marido. Además, si tuviera descendencia, podía reconocerla como propia.
Por otra parte, Sara no se fiaba de que Agar, la despreciaba por haber concebido por ella. Así que Sara, incapaz de hacer nada sin el consentimiento de su marido, le pide que arregle el tremendo lío que ella misma formó. Abraham le informa: «He aquí que tu esclava queda en tu mano, haz con ella lo que quieras».
Sara se dedicó a oprimir a Agar. Ya su esclava no era su amiga íntima, por lo que pasó a tratarla como su adversaria y la echó de la casa. Sin embargo, Dios la hace volver y le informa «El hijo de Agar será Ismael, que no es el elegido, sin embargo, será el antepasado de los árabes del desierto. Fundará otro gran pueblo (los ismaelitas)».
Esto nos muestra algo extremadamente importante: también los mejores líderes cometen errores, y también dicen, «gracias a Dios, este error no fue tomado en consideración», o de lo contrario Sara habría impedido los planes de nuestro Señor. En consecuencia, esto nos revela que las estrategias de Dios son irrevocables.
Débora o Deborah, otra sobresaliente entre las mujeres valientes de la Biblia
¿Quién fue Deborah en la Biblia?
Sabemos que desempeñó un papel increíble en la historia de Israel. Deborah o Débora fue un excelente juez que creía en Dios y estaba dispuesta a hablar la verdad de una manera audaz y directa.
Dios, para la vida de Débora, lo era todo. Por lo que fue y sigue siendo un gran ejemplo de fe y confianza para todas las mujeres en todos los tiempos. De hecho, era tanta su sabiduría, que se convirtió en una jueza tan venerada que la gente la buscó incluso para resolver las disputas familiares.
Débora se puede resumir en fortaleza, coraje y fidelidad. Se ganó respeto y posición. Su fe en Dios y en su poder quedaron plasmadas en la Biblia.
La realidad es que Débora tuvo que ceñirse la cintura y utilizar tanto la valentía como la sabiduría que Dios le dio para profetizar. Fue un momento de mucha tensión para esta gran mujer, porque Israel no obtendría la victoria.
Débora fue la única mujer jueza de Israel. Vemos que, siendo mujer, tuvo un papel importante en la historia de una nación. Algunos musulmanes e incluso cristianos hacen caso omiso al contexto de las Escrituras. Creen que la mujer no posee autoridad, no tiene derecho a comentar, o ejercer puestos eclesiásticos o públicos. Esta es una enorme falacia del diablo. Si no hubiese sido por las mujeres, Israel, hoy en día, no hubiese llegado a ser la nación que ahora es. Por eso, tú, mujer, valerosa: ocupa sin miedo el puesto que Dios te dio.
Mujeres valientes de la Biblia: Sifra y Fúa
Tanto Sifra como Fúa, aunque la historia de estas mujeres no es popular. Es más, lo más probable es que en realidad nunca hayas oído hablar de ellas, considerando que tampoco pertenecían al pueblo de Dios. Sin embargo, ambas son mencionadas en la Biblia porque eran unas mujeres valientes, con agallas, empatía y deseo de preservar y valorar la vida humana.
Sifra y Fúa hicieron la voluntad de Dios, sin importarles la amenaza que esto representaba para sus vidas.
Veamos su historia, que aparece en Éxodo 1: 7-21
En estos pasajes de la Biblia se habla de que los hijos de Israel se multiplicaron, fueron fortalecidos y la tierra estaba llena de ellos. Por lo que decidieron oprimirlos más con tributos y trabajos forzados. Construyeron para el Faraón las ciudades de almacenamiento, Pitón y también Ramsés.
Pero cuanto más los reprimían, más se multiplicaban y también se fortalecían. Así que el rey de Egipto habló con Sifra y Fúa, las cuales eran parteras de las mujeres hebreas, y les dijo:
«16 Cuando ayudes a las hebreas a dar a luz, y veas el sexo: si es niño, mátalo; y si es una niña, entonces viva.
«17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida de los niños».
Así que, cuando el rey las llamó para reclamarles, ellas le dijeron que las mujeres hebreas eran más fuertes y robustas que las egipcias, y que cuando llegaban», ya ellas habían dado a luz.
Las parteras temieron a Dios y este las bendijo porque la Biblia dice que «floreció sus hogares». Asimismo, el pueblo de Dios siguió multiplicándose y fortaleciendo.
Ester
La vida de Ester en las Sagradas Escrituras es notable. En realidad, ciertamente necesitaríamos un libro para discutirlo.
Esther era una dama bellísima, además de piadosa, valerosa e inteligente. Tenía una fe genuina y también un fuerte patriotismo. Asimismo, fue reconocida por su determinación.
Su nombre lo dice todo, «la que brilla como una estrella».
Su primo, Mardoqueo, la adoptó. Él era su tutor y se comportó como un padre para ella cuando sus progenitores fallecieron.
Su primo tenía un lugar importante en Susa, por lo que se enteró de que el rey Asuero había rechazado a su esposa, la reina Vasti. Aunque la reina era muy hermosa, ella no se presentó a las celebraciones que él solía realizar en su residencia real. Por esta razón, el rey buscó una nueva reina.
El rey no titubeaba en esas cosas. Lo intrigante aquí es que a el rey no le importaba en lo más mínimo el origen de la que sería su nueva esposa.
Así que Ester, como ya lo reconoció Mardoqueo, fue seleccionada por su encanto. Era una mujer maravillosa. Pronto se convertiría en la nueva reina.
Por cierto, no es malo ser hermosa, no es malo que lo admitas, no es pecado que trates de siempre estar bonita y arreglada. Dios te ha dado una belleza singular. Por lo que no importa si eres delgadita, gordita, alta o bajita, rubia o morena. No importa que seas de Estados Unidos o de Canadá, tampoco importa si eres del campo o de la ciudad: eres una hija de Dios, perfecta.
Lamentablemente, la gran mayoría de las personas malinterpretan el sentido de belleza. Este es un tiempo en que la maldad es llamada buena y también se le está llamando bueno a la maldad. Por lo que en resumidas cuentas, lo que importa es tu testimonio de la obra que Jesús ha hecho en tu vida.
Sí, es cierto, que la falta de higiene, arreglo, obesidad… La gente juzga primero y descalifica antes de conocer realmente a la persona. Es por eso por lo que te digo que, no caigas en las trampas de la belleza falsa.
A ver, si te detienes un minuto y te miras en el espejo, ¿qué ves? ¿Crees que necesitas una modificación?
No hagas nada sin hablar con Dios primero. Pide conocimiento de lo Alto, pero sin caer en las trampas de la falsa belleza que tiene embobados a todos.
Considérelo un poco, por favor. Sin tratamientos quirúrgicos de riesgo, tienes un encanto totalmente natural ofrecido por Dios, similar al que le proporcionó a la reina Ester.
Dios puede revelarte a ti también lo que está en lo secreto
Pídele que te ayude, que te ayude a descubrir lo que está en lo secreto. Solicite ayuda de un amigo cercano o miembro de la familia que te respete y realmente muestre interés genuino por ti.
Esto que te estoy diciendo viene de Dios, es por eso por lo que te lo repito tanto. Recuerda: ser deslumbrante, hermosa, bonita, inteligente, no es malo. No es carnal, no es vanidad. Ser amable, juiciosa, bondadosa es reconocer que eres una creación de Dios. Sin embargo, más allá de todo eso, una hija amada revela la imagen de su creador, tanto tu interior como tu exterior deben reflejar su luz.
Dios realmente te ha creado en su imagen: eres hermosa, buena, poderosa, devota, divina, auténtica, tierna, amorosa. Te voy a felicitar, una y otra vez: eres una obra de Dios.
Actualmente, si tienes algo pendiente que te angustia: ora al Señor como oraba Ester. Ella le pidió dirección al Altísimo y confió. Ester confiaba plenamente en Dios y no temía ni a la muerte ni al fracaso.
En realidad, no tuvo miedo al rey. Sin embargo, fue recompensada: por confiar en el Señor. No importa las circustancia, siempre haz lo correcto. La prioridad de Ester siempre fue Dios. Ester no vaciló, le pidió a su Señor su fuerza, y se la dio.
“3 Respondió la reina Ester, y dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si le place al rey, que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo; 4 porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio, para la matanza y para la destrucción. Y si solo hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto[a] del rey”. Ester, 7: 3-4.
Dios usó a Ester como un factor clave para salvar a su pueblo. Hoy en día la mujer es tomada en cuenta por la sociedad. No obstante, el Señor la eligió a ella y le dio el papel protagonista por el hecho de que confiaba de forma ciega en ÉL.
Mujeres valientes de la Biblia: Rut y Noemí
«Agradable» es el significado del nombre Noemí. Antes de lidiar con la miseria, Noemí era una mujer agradable y sociable. Pero pasó por mucho sufrimiento.
Noemí se casó con Elimelec. Vivían en Belén, pero ambos abandonaron esa ciudad por el hambre que allí había y acabaron en Moab.
Estando en el exilio, Elimelec murió y Noemí se quedó sola con sus dos hijos en Moab: Mahlon y Quelíón.
Para hacer corta la historia larga, los hijos de Noemí se casaron con mujeres moabitas. Pero Dios le quitó sus dos hijos. Nuevamente Noemí se quedó sola con sus dos nueras. Una situación difícil, pues ninguna adoraba al Dios de Noemi.
Noemí escuchó que en Belén volvía a abundar el pan y dado que seguía en la más severa pobreza, tomó la decisión de regresar a su preciada Belén. Noemí les pidió a ambas nueras que regresaran a casa con sus madres. Pero solo Rut, no quiso regresar con los suyos.
Aconteció algo admirable: ambas, Rut y Noemi abandonaron Moab, sólo Rut la acompañó a Belén.
Vale la pena analizar esta historia. Dos veces seguidas Noemí les rogó que la dejaran. Por último, Orfa besó a su suegra y volvió con sus familiares. Pero Rut se negó a abandonarla, y le dijo:
«Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios, mi Dios», fue la acción que le salió del corazón a Rut. ¡Qué palabras tan hermosas las Rut!
¿Qué suegra no querría tener una nuera tan cariñosa y leal?
Noemí demostró ternura y mostró que no era una persona egoísta para sus nueras. El vínculo que sentían la una con la otra se hizo más fuerte. Durante el resto de la historia estas dos mujeres se quisieron como madre e hija.
Noemí era ya una mujer mayor, que se había visto obligada a reiniciar su vida. Se puede imaginar lo que tal vez pasó por su mente: «Ahora regreso peor de cuando salí de Belén. Vuelvo sin absolutamente nada, y, además, para colmo: vieja y sin familia. Sólo me acompaña una nuera que no pertenece a mi tierra, ni mi Dios es su Dios».
Por lo que, las palabras de Rut la debieron conmover hasta los huesos…
Entendamos algo, para Noemí debió haber sido extremadamente dura esa situación de impotencia. Pero el Señor tenía otros planes; los objetivos de Dios son a menudo incomprensibles para nosotros, por lo que debemos tener en cuenta que ÉL tiene el control siempre.
Así que Noemí llegó acompañada de su nuera, Rut. La Biblia afirma que toda la ciudad fue conmovida por ellas; y les dijeron: «¿No es esta Noemí?». Con lágrimas en los ojos, la anciana respondió «No me llaméis Noemí, sino llámenme, Mara, ya que el Todopoderoso ha puesto mucha amargura en mí».
Noemí logró superar su sufrimiento y también volvió a ser amable y cariñosa como lo había sido antes. Dios reconoció considerablemente a esta mujer abandonada. Su historia se incluyó en las Sagradas Escrituras, se ganó el respeto de todos. Su sangre se unió a la del Hijo de Dios por generaciones.
María
María, una mujer valiente. Voluntariamente tomó la decisión de enfrentar cualquier tipo de desgracia o crítica por llevar en su vientre al salvador del mundo. Ese, que vino a transformar tu vida y la mía.
María es un personaje controversial. Amada por muchos, odiaba y también deshonrada por otros. Esa joven virgen que literalmente trajo a Jesús a este mundo, nos dejó un ejemplo fantástico de humildad, sabiduría y compromiso al servicio de Dios.
En la Biblia podemos ver la prudencia y la valentía de esta mujer. Te ofrezco un ejemplo, sin salirme del tema:
Hoy en día, puedes encontrar un falso profeta en la siguiente lista de medios:
- Te informan que ven visiones,
- Que tuvieron un encuentro con Dios,
- Que Dios les habló y les dijo esto y lo otro…
- Lo primero que hacen es exigirte que los mantengas, así como que les das tus «diezmos».
- Luego, quieren vender libros y también audios e historias en videos contando su experiencia.
- Quieren ser exitosos y ser llamados «profetas».
- Necesitan que la gente los aplauda.
Naturalmente, pueden hacer lo que deseen, porque es su vida. Pero tu decisión de seguirlos es extremadamente tonta.
Volvamos a María, quien habiendo tenido una experiencia con un ángel (que sí vino de Dios), y habiendo recibido la magnífica revelación de que ELLA sería una participante directa en la obra redentora de este mundo, María no publicó en su muro, no informó al mundo al respecto. Tampoco se llamó a sí misma profeta o escribió libros al respecto.
No, ella se mantuvo callada y mantuvo su sencillez. Si miras bien, en Las Escrituras, cada vez que pasaba algo que marcaba su vida, además de mostrarle la divinidad de su hijo, ella “mantenía estas cosas en su corazón” . (Lucas 2:19).
¡Qué excelente ejemplo para nosotros! Es muy difícil hablar de María sin sorprendernos y deleitarnos con esta fascinante historia.
Cualquiera que sea tu actitud hacia ella (y hacia otras mujeres valientes de la Biblia), no puedes rechazar que ella fue la madre terrenal de Jesús. Ella fue la que alimentó al Señor que adoramos, la que cambió sus pañales; lo cargó y durmió en sus brazós. Fue la que consoló a nuestro salvador cuando lloraba de niño (ahora solo falta que alguien afirme que Jesús no lloró de niño).
Ella era quien le ofrecía su comida de la mañana, su almuerzo y su cena todos los días. Y aunque la Biblia no menciona estas cosas, es sumamente obvio que ocurrieron.
María, siendo tan joven, se encontró con una sociedad misógina, con el riesgo de ser apedreada si se descubría que José no era el papá de su bebé. Como su madre, enfrentó los obstáculos de tener un hijo, y luego lo vio convertirse en un adolescente, y luego un hombre que cambiaría la historia de este mundo. Enfrentó el cruel dolor de ver a su hijo torturado y en una cruz asesinado por hombres muy malos…
Aun después de la resurrección y ascensión de Jesús, ella siguió siendo fiel. Aferrada a la promesa que le hizo aquel ángel: que sería admirada y tenida en cuenta por los apóstoles y discipulos. De tal manera, que merecía ser mencionada en Hechos 1:14, donde se hace un reconocimiento entre los que perseveraron en la oración y también se habla claramente entre ellos de María, la madre de Jesús.
María fue una mujer valiente y su ejemplo sigue siendo válido. Pidamos a Dios que todas las madres jóvenes de hoy tengan la humildad, la sabiduría y la prudencia de María.
En conclusión, si bien esto no es una biografía de estas mujeres, sirve como una guía motivacional para ayudar a lmuchas a encontrar su propio coraje. Ya sea que usted sea madre, esposa o amiga, estas mujeres tenían historias de coraje y fe que vale la pena leer. Y con estos ejemplos, puede comenzar a ver por qué las mujeres valientes de la Biblia son tan importantes.