Como todo en la vida, hay cosas que nos hacen felices y hay cosas que nos hacen sentir muy tristes. Pero incluso en los momentos en los que estamos como bloqueadas, sin salida, Dios siempre está presente.
Es importante recordar que todo lo que tenemos y todo lo que somos es gracias a Él. Siempre deberíamos estar agradecidos por las bendiciones que Dios nos ha dado, incluso en los momentos difíciles. En este artículo, exploraremos por qué es importante alegrarse con lo que Dios nos da. Pues todos hablamos de que tenemos que alegrarnos en el Señor, pero muchos no saben por qué.
1. Todo lo que tenemos es un regalo de Dios
Cuando Dios nos da algo, ya sea un trabajo, una casa o una familia, debemos recordar que todo viene de Su mano. En lugar de preocuparnos por lo que no tenemos, debemos centrarnos en lo que Sí tenemos a nuestro alrededor. Todo lo que tenemos ha sido puesto en nuestras manos por Dios, y siempre debemos estar agradecidos por ello. Si perdemos algo, debemos recordar que todo es parte del plan de Dios y confiar en que Él nos dará lo que necesitamos.
Es decir, no te enojes porque pierdas algo. Todo ocurre por una razón, por otro lado, sé consciente que todo viene de Él. ¡Dios nos da y nos quita, bendito sea Su nombre!
2. La alegría viene de estar agradecidos
Hay una gran conexión entre estar agradecidos y ser felices. Cuando nos enfocamos en lo que tenemos y en las bendiciones que Dios nos ha dado, nuestra perspectiva cambia. No importa cuáles sean nuestras circunstancias, siempre podemos encontrar algo por lo que estar agradecidos. En lugar de centrarnos en nuestras necesidades y deseos, debemos enfocarnos en Dios y en lo que Él ha proporcionado.
Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18
3. La alegría es contagiosa
Cuando estamos felices y agradecidos, nuestra actitud se extiende a los demás. Nuestro estado de ánimo y energía positiva pueden afectar de manera importante a aquellos que nos rodean. Si queremos ser una influencia positiva en la vida de los demás, debemos comenzar por alegrarnos con los dones que Dios nos ha dado. Al mostrar alegría y gratitud, inspiramos a otros a hacer lo mismo.
4. La alegría nos da confianza
Cuando estamos agradecidos por lo que tenemos, tenemos más confianza en nuestro futuro. Sabemos que Dios siempre ha estado de nuestro lado y siempre nos apoyará en cualquier circunstancia. En lugar de preocuparnos por lo que vendrá, debemos confiar en que Dios nos guiará por el camino correcto. Debemos estar conscientes de que, le hemos entregado el control. Permitámosle actuar.
Además, saber que Él siempre nos ha dado lo que necesitamos nos da la fuerza y la confianza para enfrentar cualquier situación.
5. La alegría nos acerca más a Dios
¿Quieres estar más cerca de Dios? Si en verdad quieres vivir en Su presencia, sé agradecido. Cuando somos agradecidos por lo que tenemos, nuestra relación con Dios se vuelve más fuerte. Nos damos cuenta de que Dios es bueno. Él ha sido muy bueno con nosotros y todo lo que necesitamos está en Él. Esto nos ayuda a acercarnos a Dios y a confiar en Él. Cuanto más nos acercamos a Dios, más conscientes somos de Su amor por nosotros y más agradecidos estamos por todo lo que Él ha hecho en nuestras vidas.
Conclusión:
Siempre hay algo por lo que estar agradecidos con Dios, sin importar las circunstancias en la que nos encontremos. Debemos recordar que todo lo que tenemos es un regalo de Dios y alegrarnos con ello.
Siempre recuerda, cuando estamos felices y agradecidos, somos una influencia positiva en la vida de los demás, pues estamos sirviendo de testimonio vivo. Esto nos acerca más a Dios. Debemos aprender a confiar en Él y agradecerle por todo lo que nos ha dado. De esta manera, podemos encontrar la felicidad y la fuerza en cualquier situación en nuestra vida.