Dentro de tu vida has anhelado lograr muchas cosas.
Tienes proyectos, metas y planes para tu futuro;
te has propuesto hacer grandes cosas
para el beneficio de los demás y también el tuyo.
Tú has comprendido que, cuando haces las cosas para Dios, lo honras y le das toda la gloria. Por eso, quieres hacer cosas para los demás.
Has prometido en tu corazón que a pesar de lo difícil que sea, te esforzarás, porque Dios a ti te va a ayudar.
Te has dicho a ti mismo que por amor a otros, todo lo darás.
Que sin importar cuán difícil sea lograrlo, tú seguirás.
Hoy quiero que sepas que para lograr esto, Dios, te va a ayudar,
pues su deseo es que hagamos todo para el beneficio de la humanidad.
Siendo su bendición algo que nos otorga para ser de bendición para los demás
y no para que lo gastemos solos, únicamente en vanidades.
Dios quiere darle riquezas a los que quieren usarlas para el bien.
El anhelo de Dios es bendecir a los que el bien quieren,
pues Dios no bendecirá a alguien que desee hacer el mal
ni a alguien que busque su propio bien y nada más.
Hoy te digo las palabras que Dios le dijo a Abraham,
aquellas palabras con las cuales le bendijo al comenzar:
Dios hará una nación grande con tu vida.
Te prosperará y te bendecirá en gran medida;
hará que tú obra sea por todos conocida,
te engrandecerá mucho más de lo que imaginas
para que tú puedas ser de bendición para otras vidas.
Dios te bendecirá, así como lo hizo con José
al bendecirlo para ser de bendición para Israel,
aunque para esto el tuvo que padecer
y no le fue fácil llegar a ser vestido como un rey.
Dios te bendecirá, así mismo, para que tú seas de bendición.
La única diferencia será que hoy quiere que bendigas a esta generación.
Sin embargo, no será fácil, pues al igual que José, tendrás confrontación
Mas esto será necesario para que llegues a ser de bendición.
Una regla sencilla en el universo
consiste en que no prosperará a los perversos,
sino a los que buscan el bien del mundo entero
y esta bendición siempre estará para sus hijos primero.
No dejes de buscar el bien para las personas del mundo
para que no resbalen tus pies en la búsqueda de tu futuro,
pues cuando una persona ya no quiere buscar el bien de otras personas, ha dejado de amar a Dios sobre todas las cosas.
Sobre las personas justas con el mundo está la mano poderosa del Señor,
con la cual los ayuda, los levanta y les da animo en medio de la aflicción
para que estas personas cumplan sus propósitos a pesar de la opresión;
pues para los cristianos, Dios siempre es el libertador.
By: Cristian Flores.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).