La Palabra de Dios dice:
«¡Señor, Dios mío! ¡Cuántas y cuántas veces has realizado grandes milagros en favor nuestro! ¿Quién más puede hacer tales maravillas? El tiempo no alcanza para narrar todos tus maravillosos actos«. (Salmos 40:5)
Con estas palabras, te animamos a creer que los milagros son reales y que Dios puede manifestarlos en tu vida si lo buscas con fe. Esta es una verdad que se refleja en la Biblia. En ella encontrarás muchas historias de personas a las cuales Dios les ha hecho grandes milagros sobrenaturales porque confiaron en Él.
Te asombrarás de lo sobrenatural que obraré en ti en estos días
El Espíritu Santo es una fuerza poderosa que vive en nuestro interior, proporcionándonos guía, esperanza y nueva vida. Podemos confiar en Él para que nos abra puertas de oportunidades que nunca hubiéramos imaginado y nos muestre el camino hacia nuestros sueños. Así es, el Espíritu Santo es esa vocecita interior que nos aconseja, nos reprende, nos guía y nos anima.
Sin embargo, muchas veces tenemos problemas que nos quitan el sueño, por lo que a menudo nos vemos deseando un milagro en nuestro trabajo, en nuestra salud o en nuestra familia. Pero cuando tenemos fe en el Señor, Él bendice con grandes cambios – sanando cualquier lucha financiera que podamos estar enfrentando; abriendo puertas de bendición en nuestro sustento o restaurando la armonía en nuestros hogares. Debemos permanecer vigilantes y persistentes en nuestros esfuerzos por seguir Su guía y aprovechar cualquier oportunidad que se nos presente.
La lección más importante que podemos aprender de esto es que no importa cuáles sean nuestras circunstancias o lo terribles que parezcan a veces, el Señor siempre proveerá para nosotros de maneras más allá de lo que jamás podríamos haber pedido o imaginado. Con el poder de Su Espíritu residiendo en nosotros, los tiempos malos pueden convertirse en buenos; un futuro sombrío puede convertirse en un futuro brillante. Espera con fe y esperanza ese milagro que necesitas. Todo llega a su tiempo.
Así que, mantente orando y alabando sin importar si son tiempos buenos o malos. La oración es un recordatorio tangible de que alguien vela por nosotros por encima de todo. Cuando nos enfrentamos a situaciones imposibles, la oración puede ayudarnos a mantener nuestra atención en las promesas del amor permanente de Dios, en lugar de sucumbir a la desesperación o al miedo.
Recuerda lo que nuestro Dios te dice hoy: De esta situación, vas a salir victorioso. Estoy contigo en las buenas y en las malas. Nunca te dejará solo, siempre estará a tu lado para ayudarte cuando ya no tengas fuerzas. Confía en mí y ten fe de que todo saldrá bien. Te daré el poder para enfrentar los problemas y superarlos con valentía. No importa cuán grande o difícil sea la situación, te daré los recursos y las habilidades necesarias para salir adelante, confía en mis milagros.
No importa lo difícil que pueda ser la vida, si miramos al Señor y confiamos en Él a través de la fe – confiando en Su bondad incluso cuando las cosas no parecen ir bien – ¡entonces los milagros pueden suceder!