Una vez estaba leyendo una revista y una parte de su escrito llamó mi atención. Era una entrevista que le hacían al dueño del canal MTV. Dentro de las preguntas que le hicieron hubo una en la que respuesta fue: “Los niños de Tokio tienen más cosas en común con los niños de Londres que con sus padres” esto para resaltar que los medios de comunicación tienen más influencia sobre nuestros hijos que nosotros mismos como padres, y, por eso, ya casi nadie se expresa o comparte en familia.
Actualmente, vivimos pegados a la tecnología: la televisión, el celular, las computadoras, los drones y un sinfín de aparatos tecnológicos han reemplazado actividades en nuestras vidas que deberían ser cubiertas por nuestros seres queridos.
Si bien es cierto que muchas veces es necesario utilizar estos medios para poder mantener la unión familiar con quienes están lejos, también es cierto que los mismos son usados como excusas a la hora de poder llegar a donde deberíamos estar.
Permanezcamos unidos
Es necesario que como familia estemos unidos y que como padres nos encarguemos directamente de la atención de nuestros niños. “He aquí, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a vosotros, y no os seré una carga, pues no busco lo que es vuestro, sino a vosotros; porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para sus padres, sino los padres para sus hijos. (2 Corintios 12:14).
El mayor tesoro que podemos dejar a nuestros hijos es la comunicación y el tiempo de calidad que podamos compartir con ellos. Somos el modelo que querrán seguir y si queremos que nuestras futuras generaciones sean personas fuertes con valores y principios debemos empezar ahora.
Los Buenos padres son el modelo de conducta de Dios
Chip, un adolescente filipino de 15 años expresó las siguientes palabras al referirse a sus padres “Paso tiempo hablando con ellos. Buscó ideas en las que todos estemos de acuerdo. La familia es importante, y los Buenos padres son el modelo de conducta de Dios para nosotros. También están para enseñarnos y darnos apoyo”.
Cuando creas un lazo de afecto familiar donde sus ideales estén bajo los preceptos del Señor, no existirá nada que pueda influir en las vidas de quienes la conforman. Todo lo material que debas utilizar para facilitar la estancia en el mundo terrenal no matará lo que has forjado en el mundo espiritual. Es lo que garantizará que te puedas expresar en familia.
Enséñales con tu ejemplo
Mantener un clima afectivo en el hogar es reflejo de obediencia y sabiduría, cumplir con tus funciones como padre hará que tus hijos aprendan con tu ejemplo. Enfócate en separar tu vida personal de lo material y social y verás como la obra de Dios fluye.
Habla con tus seres queridos cara a cara, explícales a tus hijos que los artefactos tecnológicos son estrictamente necesarios para facilitar la comunicación hoy día, pero que jamás podrán sustituir la atención y el amor fraternal. Expresarse en familia es amarse a sí mismo, pues si no nos amamos, no podemos amar a los demás. Es respetar las leyes de nuestro Creador.