Muchas veces dije: “te seguiré sin volver a pecar”,
me prometí esforzarme para así volver a empezar.
Mi plan era hacerlo todo bien en esa nueva oportunidad,
pues yo deseaba alejarme por completo de la maldad.
Sin embargo, las cosas no pasaron como yo quería.
Volví a fallarte una vez más al siguiente día,
nuevamente se alejó de mi toda la alegría
y una vez más sentí que estar en tu Presencia, no merecía.
Al igual que el resto de las personas, mil veces te llegué a fallar.
Hice lo incorrecto delante de tus ojos, sin temor y sin dudar ofendí tu Nombre
e hice que mal de ti muchos lleguen a hablar,
Y hasta pisotee todo lo que hasta ese momento llegué a lograr.
Pero grande fue tu misericordia y me llamaste para volverme a perdonar.
Recordaste que soy un simple humano propenso diariamente a fallar,
Y con tu gran amor decidiste darme nuevamente otra oportunidad
para encaminarme una vez más en el camino de tu luz y tu verdad.
Las naciones enteras sabrán que hay un Dios bueno, grande en misericordia,
quien perdona los pecados y de ellos no vuelve a hacer memoria.
Todas las personas sabrán que hay un Dios amoroso, grande en misericordia,
quien hace que luego de todas las caídas vengan las grandes victorias.
Ahora comprendo que es imposible no fallarte.
Todas las personas de alguna u otra forma lo hacen,
ya sea con el pensamiento o con alguna cosa que hacen;
pues el ser humano en realidad es tan solo carne
y está propenso todos los días a volver a fallarte.
Tú conoces nuestros corazones y el amor que sentimos.
Sabes si las cosas que decimos con convicción las decimos.
Tú conoces el anhelo de nuestros corazones y también nuestro destino
y también sabes si queremos o no queremos tener corazones limpios.
Tú sabes quién te ama de verdad y quién tan solo te sigue por vanidad.
Conoces el corazón de aquellos que están en contra de llevar una vida de maldad.
Así mismo, entiendes cuáles son los motivos por los que muchos te llegan a fallar.
Por estas razones, tú levantas a los que te aman una y otra vez más.
El saber que eres un Dios tan bueno nos motiva a adorarte por la eternidad.
En agradecimiento por ese gran amor y por tu gran fidelidad,
pues no nos condenas cuando hacemos algo fuera de tu voluntad,
sino que nos ayudas a que una vez más en tu camino volvamos a andar.
By: Cristian Flores