El miedo es una sensación de angustia que experimentamos producto de vivir situaciones en las que creemos estar en riesgo, hoy en día se viven momentos tan difíciles que vivimos en zozobra constante. Pero no pierdas tu fe Dios es tu pronto auxilio, “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: no temas, yo te ayudo” (Isaías 41:13).
No permitas que la situación te controle
No dejes que las circunstancias de la vida te paralicen, lucha por lo que te has propuesto. Camina hacia adelante no importa si no ves puertas abrirse, si tu ánimo ha decaído confía en el Señor, no eres el único que ha sentido temor ante las pruebas de la vida, hasta los que anduvieron al lado del Todopoderoso menguaron, cuánto más nosotros que le oramos sin verle.
“Y vinieron sus discípulos y le despertaron diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (S. Mateo 8:25-26).
Sigue confiando en Dios
Busca de Dios en espíritu y verdad, no permitas que cosas vanas te hagan perder tu promesa, el miedo y las inseguridades no te llevaran a ningún lado. Recuerda, cada área de tu vida ha sido diseñada por el Padre y si alguna es puesta a prueba es porque el renuevo traerá cosa grande, así que entra en la presencia de Dios, deja que él pelee tus batallas, descansa, no temas y avanza.
¡Después de la Tormenta, Viene la Calma!
No temas y avanza, sobre todo, cuando pasamos por procesos bien sea familiar, financieros, de salud o cualquier otra índole, los sentimientos negativos tienden a desestabilizar nuestras emociones y por ende dudamos de poder hallar una solución, mas hoy te digo aférrate a tu Creador con él todo es posible.
Como humanos siempre vamos a tener inseguridades, hasta los discípulos de Jesús dudaron a pesar de ver sus milagros, “Y Él le dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: Hombre de poca fe ¿Por qué dudaste? (S. Mateo 14:29-31).
El propósito de la prueba es restaurar nuestra comunión con el Padre, Dios no quiere que pasemos por tribulaciones, al contrario, quiere que vivamos confiados y llenos de paz, que creamos que él es nuestro sustento y protección, por eso a medida que des un paso ten la seguridad que Dios ira delante de ti abriendo puertas de bendición.
Por lo tanto, no te desesperes. El Señor te dará nuevas fuerzas para llegar a la meta, a pesar de las limitaciones no bajes los brazos, no dejes que las dificultades te impidan ver las maravillas de Dios en tu vida.
¡Comunión es igual a Provisión que viene de Dios!
No temas y avanza, Dios promete suplir todas nuestras necesidades, esto no quiere decir que el alimento, cobijo, techo, ropa y calzado caerán del cielo, esta promesa hace referencia a que si mantenemos una relación activa con el Padre, él oirá y responderá.
Camina en obediencia, siembra el respeto y cosecharas en abundancia, pon todos tus proyectos en las manos del gran Maestro y él se encargara de abrir puertas en tu vida que nadie podrá cerrar, no dejes que las circunstancias empañen tu visión, no renuncies a tus sueños sin antes haberlo intentado.
Aparta de ti el espíritu de mentira, no permitas que el miedo te detenga, si en tu lucha te llega la duda clama a Dios, él te llenará de gozo y apartará de ti la incertidumbre, “Pero en seguida Jesús les hablo, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! (S. Mateo 14:27). Por eso te invito a que elevemos esta oración de fe y esperanza para que pierdas el miedo y aumentes tu confianza.