¿Sabes cómo tener fortaleza en momentos difíciles? La respuesta es sencilla, debes creer en las promesas de Dios. Sin embargo, confiar en sus promesas no es fácil. Necesitas saber cómo hacerlo.
Tenemos un padre celestial que nos da fortaleza
Esto es lo primero que tienes que tener en cuenta, tú tienes un Padre amoroso que te entiende y te ama. Todos hemos pasado por momentos difíciles en nuestra vida, momentos en los que parece que no hay salida, que todo está perdido, que no hay esperanza. Tal vez estés pasando por una crisis económica, familiar, de salud, o de cualquier otro tipo. Quizás sientas que nadie te entiende, que nadie te apoya, que nadie te ama.
Pero hay alguien que sí te entiende, que sí te apoya, que sí te ama. Ese alguien es Dios. Él te dice hoy, amado hijo, en medio de la situación difícil que estás enfrentando, YO tengo la solución.
Amigo, amiga que nos lee, nada es imposible para Él. Lo que necesitas es creer en sus promesas, una promesa que te brinde esperanza y fortaleza para afrontar lo que estás pasando. Una vez que la tengas, no la pierdas de vista, aférrate a ella con determinación y fe.
¿Qué son las promesas de Dios?
Antes de continuar, me gustaría explicarte cuáles son las promesas de Dios. Te diré que estas son declaraciones de su voluntad y su fidelidad para con sus hijos. Son verdades eternas e inmutables que se cumplen en su tiempo y a su manera. Son regalos de su gracia y su amor para nosotros.
La Biblia está llena de promesas de Dios para sus hijos que nos llenan de fortaleza. Algunas de ellas son:
- “Yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11)
- “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)
- “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.” (Romanos 8:28)
- “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7)
- Estas son solo algunas de las muchas promesas que Dios tiene para ti. Te invito a buscarlas en su Palabra, a meditarlas en tu corazón, a declararlas con tu boca, a vivirlas con tu vida.
Promesas de Dios en la Biblia
Recuerda la historia de Ana, una mujer de fe inquebrantable. Ana sin dudas tenía mucha fortaleza. Ella anhelaba tener un hijo y, a pesar de las dificultades y la desesperación, mantuvo su fe en Dios. Oró con fervor y entregó su dolor y anhelo en sus manos. Finalmente, su petición fue escuchada, y recibió el deseo de su corazón. Esto es un recordatorio de que a través de la fe y la paciencia, Dios puede obrar milagros en tu vida.
MORALEJA
Así que, hijo mío, espera con paciencia, porque el alivio y la solución llegarán a tu vida. No desesperes, mantén tu fe firme y confía en sus promesas. Recuerda que nada es demasiado difícil para Él. Mantén una buena actitud y sigue creyendo, a pesar de las dificultades y los desafíos. No te des por vencido.
Ana fue criticada, e incluso, se creía que estaba ebria debido a su ferviente oración, pero no se dejó desanimar. Mantuvo su fe firme en medio de la adversidad. Del mismo modo, te animo a que sigas su ejemplo. No te rindas ante los obstáculos, incluso cuando otros te critiquen o no entiendan tu camino. Mantén tu confianza en Él. Su propósito y plan para ti pueden parecer extraños o incomprensibles para los demás, pero eso no debe disminuir tu determinación y tu fe.
Conclusión
Persevera en la oración y en la fe, y aunque el camino sea difícil y tu paciencia se agote, mantén tu esperanza fija en Él. No permitas que las críticas o el desánimo te aparten de tu objetivo. Sigue adelante con valentía, porque Él está contigo en todo momento. Su poder y su amor son más grandes que cualquier juicio o crítica que puedas enfrentar.
Sigue creyendo en Él y en sus promesas, y verás que hará maravillas en tu vida. Él es fiel y cumple lo que promete. Él es tu Padre, tu Amigo, tu Ayudador, tu Salvador. Él es tu Dios.