Estamos constantemente en una especie de carrera, tratando de cumplir con todas las demandas de la vida. Muchas veces, nos preocupamos por cosas que están fuera de nuestro control y nos sentimos exhaustos y desmotivados. Sin embargo, hay una solución a nuestra lucha constante, y esta solución viene de la mano de nuestra fe. Dios nos dice: “¿Por qué te preocupas tanto? Yo tengo el control”.
En esta nota, exploraremos lo que nos dice la Biblia sobre dejar que Dios controle nuestras vidas y cómo esto puede hacernos sentir más libres y agradecidos. Al final te obsequio un video en el que solo, con un minuto de tu tiempo, puedes hacer que nuestro Dios cambie tu vida. ¡Escúchalo!
¿Por qué te preocupas tanto? No te preocupes, Yo tengo el control.
En primer lugar, es importante reflexionar sobre las palabras de Jesús en Mateo 6:26:
«Fíjense en los pájaros, que no siembran ni cosechan ni andan guardando comida, y el Padre celestial los alimenta. ¡Para él ustedes valen más que cualquier ave!».
Esta es una clara muestra de que Dios se preocupa por nosotros y sabe lo que necesitamos. Además, en el versículo 27, Jesús nos pregunta: «¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”Esta es una llamada a centrarnos en lo verdaderamente importante, nuestra relación con Dios, y no en las cosas materiales que tanto nos preocupan.
En segundo lugar, debemos recordar que Dios es nuestro protector y guía. En el Salmo 23:4, se nos dice:
«Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo».
Debemos tener confianza en que Dios nos acompañará en todo momento y nos protegerá de todo peligro. El salmista también destaca en el Salmo 37:5: «Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”.
En tercer lugar, necesitamos tener fe en que Dios tiene un plan para nosotros. En Jeremías 29:11 se nos asegura: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis». Dios tiene un propósito para nuestra vida y debemos recordar que él tiene el control de todas las situaciones, incluso las más difíciles. Debemos confiar en que su plan para nosotros es perfecto y nos llevará hacia la felicidad y la plenitud.
En cuarto lugar, debemos estar agradecidos por lo que tenemos en este momento. A menudo, nos enfocamos tanto en lo que nos falta que perdemos de vista todo lo que ya tenemos. En Filipenses 4:11-13, Pablo nos dice: «Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».
A través de nuestra fe, podemos experimentar una profunda gratitud por todo lo que Dios nos ha dado y encontrar la paz en medio de la adversidad.
Conclusión:
En pocas palabras, no te preocupes, la preocupación puede ser un sentimiento abrumador. Nos hace perder de vista lo que es verdaderamente importante en la vida y nos lleva a una montaña rusa de emociones negativas. Sin embargo, nuestras preocupaciones pueden disminuir cuando confiamos en que Dios tiene el control de nuestras vidas.
A través de la oración, la meditación y la lectura de la Biblia, podemos recordar que Dios es nuestro protector, guía y proveedor. Al dejar nuestras preocupaciones en sus manos, podemos encontrar paz y descanso. Dios nos dice: «¿Por qué te preocupas tanto? Yo tengo el control«. Escuchémoslo y experimentemos la libertad de vivir con una fe profunda.
