¿Sientes que tu vida no te pertenece? ¿Estás cansado (a) de intentar alcanzar tus metas y no logras nada? ¿Crees que todo está en tu contra? A veces nos sentimos abrumados y decepcionados con nosotros mismos, porque por más que queramos lograr nuestros sueños, siempre conseguimos obstáculos y dificultades que nos impiden avanzar.
Si te estás sintiendo de esta forma es hora de sentarte, respirar profundo y autoevaluarte; basta de buscar fuera de nosotros a los culpables, puesto que somos nosotros los que establecemos límites en nuestra vida y a veces nuestra visión se ve empañada por lo que creemos y sentimos.
Recuerda que es más fácil y tiene mucho más sentido adaptarnos a nuestro entorno, que hacer que todo lo que nos rodea se adapte a nuestra forma de ser y hacer.
Entender que vivimos en un mundo diverso y que ninguna persona es igual a otra, todo es parte del aprendizaje. Por eso no debes sentirte mal, por ser diferente o querer hacer las cosas de otra manera. Continuamente fracasamos cuando hacemos cosas por querer complacer a otras personas y no lo que nos gusta.
¿Eres lo que deseas o lo que otros quisieron que seas?
A veces la familia, los amigos y la sociedad con sus paradigmas nos obligan a tomar caminos que no son los nuestros; también nos dejamos llevar por aquello que se vende en el momento: lujos, dinero, vivir en grandes urbanizaciones siempre es el gran sueño americano, dejando a un lado lo que sentimos y deseamos.
Ahora bien, parte de autoevaluarnos es sincerarnos con nosotros mismos, para ello responde las siguientes preguntas:
- ¿Lo que estoy haciendo en este momento me gusta?
- ¿Qué o quienes han influido en las decisiones de mi vida?
- ¿He tomado decisiones influenciadas por otros y no pensando en lo que quiero?
- ¿Qué cosas me gustan hacer y soy bueno(a) en eso?
- ¿Con quién y con qué cuento para retomar mi vida?
- ¿Qué puedo aprender o reforzar para mejorar mis habilidades profesionales?
Estas preguntas por sí solas, te dejarán ver aspectos de tu vida que ya sabías, pero no habías querido tocar, analiza detenidamente cada respuesta y saca tus propias conclusiones. Recuerda que es momento de avanzar, de tomar tus propias decisiones, de equivocarte y aprender de ello, de sacar de tu vida aquello que te mantiene atada en un mismo lugar y emprender hacia el éxito.
¡La vida es un viaje lleno de oportunidades, no se puede tomar a la ligera!
El siguiente paso es planificarte, traza metas a corto plazo primero, no seas tan ambicioso, porque a veces menos, es más. Necesitarás tiempo para tomar decisiones y pensar si el camino tomado es el correcto, no debes preocuparte si te equivocas en el camino, lo mejor es que podrás rectificar sobre la marcha y avanzar, sin presiones externas, ya que son tus propias decisiones y a la única persona a la que debes rendir cuentas es a ti.
Si vez que lo que te planteaste realizar a corto plazo (de una semana hasta un mes) lo has logrado, puedes ir planteándote plazos más largos hasta lograr tu meta final.