Los justos vivirán por la fe

El justo por la fe viviraEn el libro de Habacuc, el profeta pregunta a Dios por qué permite que continúen la injusticia y el sufrimiento. La respuesta de Dios es simple, pero profundamente poderosa: «El justo vivirá por la fe». Es decir, aquellos que ponen su fe en Dios y no en sí mismos vivirán una vida bendecida, independientemente de las circunstancias o de las personas injustas que les rodeen.

Cómo vivir una vida bendecida dando prioridad a la fe

La fe no significa ignorar la realidad, sino confiar en que hay algo más grande que nuestros problemas. Si queremos vivir una vida bendecida, debemos hacer de la fe nuestra prioridad y creer en un plan mayor para este mundo, que se alinea con el carácter de amor, misericordia, justicia, sacrificio y gracia de Dios.

Mas el justo por la fe vivirá.

Romanos 1:17-18

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

El hombre ha ignorado a Dios

18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad.

En esta porción de la Palabra, vemos que Pablo destaca lo que nos hace ver justos delante de Dios: la fe. “Más el justo por la fe vivirá”. Esto quiere decir que lo que realmente salva al justo es la fe, no las obras. Por tanto, cualquier persona que no tenga fe es considerada injusta.

En resumen, si queremos ser verdaderamente felices y tener paz en nuestras vidas, tenemos que tener fe en Dios por encima de todo, y entonces todo lo demás vendrá por añadidura.

Sólo hay que tener fe

Tener fe, suena sencillo, pero no lo es. La fe es algo que cuesta desarrollar. Sin embargo, La necesitamos para vivir, para establecer una relación personal con Cristo. Por qué? Pues porque por fe confiamos de todo corazón en Jesús y en sus promesas. La necesitamos para ser salvos.

“La fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11). 

En la Biblia podemos ver muchos ejemplos de fe. Por ejemplo, la mujer del flujo de sangre que por fe estaba segura de que si tocaba el manto de nuestro Señor, iba a sanar. Jesús, luego de sanarla, le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”.

Por qué nos cuesta tanto tener fe

A veces, tener fe en nuestro futuro con Jesús es la mejor manera de curar nuestro dolor presente. Para nosotros es muy difícil creer, incluso cuando hemos sido sanados inexplicablemente, nos cuesta creer.

Más jesús dice: “Bienaventurados los que no vieron, pero creyeron”. En este tiempo tan difícil, aquellos que creemos en Jesús somos bienaventurados. Pues no lo vimos, pero sí creemos en él, creemos que nuestros pecados son perdonados por su sacrificio en la cruz.

Romanos 4:16

Por eso, es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no solo a los que son de la ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, quien es padre de todos nosotros.

La fe de Abraham en Dios es otro ejemplo de fe para nosotros. Dios lo escogió entre todos los hombres de la tierra para hacer un pacto con él. Abraham poseía una fe capaz de mover montañas. Él creyó tanto e Dios que lo abandonó todo, hasta su parentela, por él.

La fe en tu vida diaria

Muchos de nosotros nos acostamos por la noche con la esperanza de que el día de mañana sea mejor. Pero la realidad es que el mañana nunca está garantizado. El mañana es siempre incierto y nos puede ser arrebatado en cualquier momento.

Teniendo esto en cuenta, no deberíamos pasarnos la vida esperando días mejores y negándonos a vivir el presente. En cambio, deberíamos utilizar nuestras rutinas diarias para construir una vida de fe. De nuevo, la fe no consiste en ignorar la realidad, sino en creer que hay algo más grande que nuestros problemas en nuestro mundo corrompido. Se trata de tener una conexión con alguien que es más poderoso que nosotros mismos.

Podemos construir una vida de fe y una vida con sentido prestando atención a las pequeñas cosas de nuestra rutina diaria, las cosas que pueden parecer insignificantes, pero que en realidad son las más importantes de nuestra vida. Podemos construir una vida de fe pasando tiempo con nuestros seres queridos, conectando con nuestra comunidad, devolviendo a los necesitados, practicando nuestra fe en Jesucristo y siendo conscientes del mundo que nos rodea.

Fe y tolerancia

La fe y la tolerancia no son dos cosas que no estén relacionadas o no tengan relación entre sí. Es fácil pensar que la tolerancia tiene que ver con lo que nos incomoda o con lo que consideramos un inconveniente.

Sin embargo, en realidad se trata de las cosas que son lo suficientemente importantes para nosotros como para que merezca la pena defenderlas y luchar por ellas. La fe consiste en confiar y creer en algo que no podemos ver. Se trata de poner nuestra confianza en algo que no entendemos, pero que sabemos que es más grande que nosotros mismos.

Con la práctica y el tiempo, la fe puede ayudarnos a ser más tolerantes. Esto nos ayuda a dejar de preocuparnos por cosas de las que no tenemos control o cosas que no nos edifican. Podemos hacer de la fe nuestra prioridad y poner nuestra confianza en un plan mayor para este mundo que se alinea con el carácter de amor, misericordia, justicia, sacrificio y gracia de Dios.

Conclusión

Los justos vivirán por la fe y la alegría llegará a los fieles. Para conseguirlo, tenemos que dejar de lado nuestras preocupaciones y nuestros miedos y, en cambio, confiar en Dios y creer en un plan mayor para este mundo que se alinea con su carácter de amor, misericordia, justicia, sacrificio y gracia. Si queremos vivir una vida verdaderamente bendecida, tenemos que hacer de la fe nuestra prioridad y entonces lo demás vendrá por añadidura.

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