¿Qué te Impide Crecer?

Que te impide crecer

Es probable que ahora mismo te estés preguntando, ¿qué te impide crecer? Puede que sientas que alguien o algo está bloqueando tu crecimiento personal y espiritual, pero no tienes idea de por qué por más que te esfuerzas, sientes que no avanzas.

En ocasiones, por más que nos esforcemos, no llegamos a ningún lado. Seguimos batallando las mismas luchas, preparándonos, haciendo todo de manera que consideramos correcta, pero no crecemos ni avanzamos. ¿Qué es lo que nos pasa?

Los limoneros de mi amiga María

Mi amiga María sembró hace mucho tiempo varios limoneros en su patio. Como ya sabes, sembrar una planta de limón es una tarea de mucha paciencia. Tarda entre 3 y 6 años en dar limones. El proceso es muy lento.

María había sembrado alrededor de 7 limoneros. Cada día le echaba agua, limpiaba y hacía lo que tenía que hacer para que los arbolitos crecieran sanos y fueran fructíferos.

Con los años, su paciencia y dedicación dieron sus frutos, 6 de los limoneros crecieron entre alturas de 3 a 5 metros. Estos también dieron frutos, pero uno de ellos se quedó pequeñito. No creció mucho, pero amablemente también brindaba con esfuerzo sus frutos. No muchos limones, pero tenía potencial.

¿Qué había pasado? ¿Por qué 6 de los limoneros crecieron enormes y tenían muchos limones, pero uno de ellos no llegó a alcanzar ni siquiera los 1.5 metros de altura? ¿Qué bloqueó su crecimiento?

Yo la verdad es que estaba curioso, pero María me explicó, que cometió un error años atrás al sembrar ese limonero pequeño al lado de un árbol de Jabilla, que ahora era grande y frondoso. El limonero quedó a la sombra de este enorme árbol y por eso, no creció.

Es decir, no importó que compartía la misma buena tierra con los demás limoneros. Tampoco importó que se le pusiera abono y se le echara cuidadosamente agua. No importó que el clima era bastante bueno, el limonero a la sombra de ese gran árbol de Jabilla, no creció.

¿Qué está bloqueando tu crecimiento?

Siempre me ha llamado la atención un viejo dicho que dice: “A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Sin embargo, en ocasiones esa sombra que nos da ese árbol frondoso, no siempre es buena para nosotros.

Me explico, hay sombras de personas a nuestro derredor que nos recuerdan a cada momento «lo inútil y bueno para nada que soy”.

Sí, hablo de esas personas que viven limitando nuestras vidas. Si estamos en un ministerio de música y queremos aprender cómo manejar el equipo de sonido, ahí está ese hermano o hermana que le dice que no, que usted no tiene por qué saber eso.

Hablo de personas que se molestan cada vez que sientes en tu corazón que debes hacer algo, pero se las arreglan para castrar tus ideas y hacer que las suyas prevalezcan. Lo que contrita tu espíritu y hace que te veas pequeño e insignificante como el limonero que no se desarrolló de nuestra amiga Maria.

Aléjate de la sombra de la intimidación

Aunque no lo creas, la intimidación está en todas partes. En tu escuela, tu universidad, tu iglesia, tu trabajo, tu familia, tus amigos… Todos en algún momento corremos el riesgo de caer en manos de un intimidador o acosador, quien nos dicta qué hacer, bloqueando nuestro crecimiento.

Es más, estas personas llegan incluso a obligarte a hacer cosas que no te gustan y que te impiden crecer. Dejando de lado aquellas cosas que te apasionan, que te fascinan y que estás casi seguro de que son cosas que Dios ha puesto en tu corazón. Pero abandonas tus propios proyectos porque no son de interés para ese alguien que te está haciendo sombra.

Quiero que hoy recobres la confianza

Estás a tiempo de convertirte en aquello para lo que fuiste creado. Lo único que tienes que hacer es salirte de esa sombra que está bloqueando tu crecimiento. Debes empezar a dar tus frutos. Debes empezar a confiar en aquel que te creó, que te dio la vida y ha trazado un camino de bendición para ti.

No escuches más a ese obstáculo, a esa distracción que el enemigo te ha puesto como sombra para impedir que llegues a niveles más altos y cumplas con el plan divino que ha sido diseñado para ti.

Que no te pase lo que le pasó al hermano infiel, David

Hace un tiempo te conté sobre el caso de infidelidad en la iglesia del hermano David. (Puedes leerlo aquí). Ese es otro caso de la vida real, y así como David, hay mucha gente que vive deprimida y ahogada en los errores del pasado. Pero es que tienen tantos árboles haciéndole sombra, que le impiden dejar todo atrás y crecer.

No permitas que tu pasado siga envenenando tu presente y mate por completo tu futuro. Está bueno ya de dejar que esa persona o esas personas te quieran sacar en cara a cada rato tu culpa. Basta de estar deprimido por tus errores del pasado. Entiende que eres ya una nueva criatura en Cristo.

“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17)”.

 

Sal ya de debajo de esa sombra

La gente tiene por costumbre calificar y descalificar. Que esto no bloquee tu crecimiento. Las personas pueden decir lo que le venga a la mente. Pueden descalificarte, tratar de hacerte sentir miserable, pero NO PUEDEN dictar tu futuro.

Nada de sus comentarios negativos y envidiosos pueden cambiar el plan que Dios ha hecho para ti.

Tu Padre que está en el cielo no te descalifica. Todo lo contrario, te mira con misericordia y te muestra su amor cada día. Tampoco te preocupes por el tiempo que has estado a la sombra. Dios sabe cómo compensarte esos momentos en los que estuviste bloqueado.

Asimismo, recuerda que del mal hay que alejarse. Aléjate de esas personas que siempre te dicen palabras negativas, que son implacables, que no muestran misericordia. Si andas con necios, serás quebrantado. Por lo tanto, haz todo lo contrario, rodéate de aquellas que reflejan la luz de Cristo. Que son amables, misericordiosas, sabias y que siempre tienen una palabra de ánimo para ti.

Recuerda lo que dice Proverbios 13:20:

“El que anda con sabios, sabio será;

Mas el que se junta con necios será quebrantado”.

Hoy te pido que vuelvas a creer, que vuelvas a confiar, que vuelvas a soñar. Cuando empieces a escuchar su voz, vas a descubrir talentos que ni sabías que tenías. Vas a ver como las puertas de bendición se abren a tu derredor. Eres una oveja de Su rebaño, por supuesto, que reconoces Su voz, ¡síguelo!.

Conclusión

Ahora que ya has decidido salir de esa sombra que siempre ha impedido tu crecimiento, pídele a Dios que quite todo aquello que está limitando tu crecimiento. Te lo digo porque hoy vas a florecer como la palmera datilera en el Salmo 92, crecerás como cedro en el Líbano.

Porque el justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la casa de Jehová,

En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán;

Estarán vigorosos y verdes,

Salmos 92:12-14

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