Hay una epidemia de enfermedades espirituales que afecta a muchos de nosotros hoy en día. No es una enfermedad nueva, pero ha aumentado su gravedad en los últimos 50 años.
Hay tantos síntomas diferentes de esta enfermedad como personas afectadas, pero la causa sigue siendo la misma: estamos en la mayoría desprovistos de las armas espirituales para luchar contra el enemigo.
Muchos centros de oración y estudio de hoy están llenos de enfermedad, dolor, justicia propia y actitudes y prácticas mundanas. Si has estado leyendo tu Biblia últimamente, probablemente has notado que el enemigo ha invadido más que una ciudad. Ha invadido todo nuestro hogar.
Así es, el enemigo ha puesto sus ojos en las personas que están más activas espiritualmente porque sabe que si puede atacarnos allí, puede atacarnos en cualquier otro lugar. Entonces, ¿cómo nos defendemos de este mal? ¿Cómo nos curamos de estas enfermedades espirituales para que no nos destruyan a nosotros o a nuestros ministerios de nuevo?
¡Déjeme decirle cómo curar estas enfermedades! En este artículo le explicaré por qué estas enfermedades han atacado a su congregación y qué puede hacer para sanar a los que están enfermos.
¿Por qué nos ataca el enemigo?
El enemigo está atacándolo porque sabe que ustedes son el único ejército que queda en contra de sus planes de dominación global. Si él puede destruirte, puede controlar y destruir inclusos centros completos de enseñanza de la palabra.
Si usted no es protegido y sanado, él tomará absolutamente el control de su congregación y la usará como un ejército para destruir a la gente y a las naciones.
El enemigo ataca porque él sabe que si él puede entrar, él puede arruinarlos. Si puede hacer que dudes del carácter de Dios, puede hacer que dudes de la habilidad de Dios y si puede hacer que dudes de tu ministerio, puede hacer que dudes de tu llamado.
El enemigo te está atacando porque sabe que si logra que dejes de lado tu identidad y te centres en él, puede tomar el control de tu vida y tu ministerio.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad espiritual?
Los síntomas de la enfermedad espiritual son tan únicos como la enfermedad misma. Probablemente, verá algunos o todos estos síntomas en su congregación o en su propia vida.
La autosuficiencia:
Esta ya es una complicación grave de una enfermedad espiritual. Por lo regular, se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Usted puede notar un sentido exagerado de superioridad y una necesidad de probarse a sí mismo ante el mundo y ante Dios.
- Es posible que te encuentres constantemente tratando de corregir a otros, aunque no te pidan tu opinión; y te la pases juzgando a los demás o incluso corrigiendo la Biblia.
- La arrogancia es un síntoma de orgullo. El orgullo es uno de los siete pecados capitales. Si te encuentras constantemente juzgando a los demás y corrigiendo a los demás, probablemente también te estés juzgando a ti mismo.
- Puede tener una actitud de santidad que dista mucho de su verdadera relación con Dios.
- Es posible que te apresures a mostrar amor a los que crees que son dignos (los que están de acuerdo contigo, coinciden con tus puntos de vista y son similares a ti), pero puedes tener dificultades para amar a los que sientes que son diferentes a ti. Lo que hace que tengas poca paciencia con los que no están de acuerdo contigo, o que son diferentes a ti.
- Tienes sentimientos de ansiedad o depresión.
- Sientes que Dios te ha abandonado.
- No estás dando un buen testimonio.
Falta de humildad:
Puede que te encuentres constantemente presumiendo, alardeando o «hinchando». La falta de humildad hace que crezca el orgullo.
- Si constantemente te jactas, te envaneces o te enalteces, esto eventualmente te llevará al orgullo.
- La falta de humildad provoca impaciencia e ira. Si te impacientas constantemente cuando los demás no están de acuerdo contigo, o cuando son diferentes a ti, a la larga te hará ser impaciente contigo mismo y con tus habilidades. La autocomplacencia y la falta de paciencia son síntomas de ira.
Cómo curar las enfermedades espirituales
- El primer paso para curar tu malestar espiritual es que busques la salvación y el arrepentimiento. Debes apartarte de tus pecados y venir al Señor. Acude a Él con todo tu corazón y con todas tus fuerzas. Debes pedirle que te salve. Pídele que sane tu corazón. Una vez que hagas esto, el resto vendrá.
- El segundo paso para sanar la enfermedad de espíritu es que debes deshacerte de cualquier justicia propia que te esté frenando y de cualquier impaciencia que te esté frenando. Debes ser paciente contigo mismo y con los demás. Debes tener una actitud humilde.
- El tercer paso para curar la enfermedad espiritual es pasar tiempo en la Palabra, orando y escuchando la dirección del Señor. Debes dejar que la Palabra habite en tu corazón y en tu mente. Debes alimentarte regularmente con los pensamientos, ideas y enseñanzas de la Palabra. Debes apartar tiempo cada día para estudiar la Palabra, meditar en ella y tomar tiempo para estar en comunión con Él. No debe permitir que su mente se aleje de la Palabra, sino que debe utilizarla como guía para orientar su pensamiento y sus acciones.
- El Cuarto paso es la adoración, debe pasar tiempo en la presencia de Dios y en comunión con otros creyentes. Debe pasar tiempo con otros creyentes y en soledad.
- El Quinto paso es la oración. Debes apartar tiempo cada día para estar quieto ante Dios. No debe permitir que su mente se aleje de la Palabra, sino que debe usarla como guía para orientar su pensamiento y sus acciones. Dios y acércate a Él. Cuando lo hagas, empezarás a darte cuenta de que formas parte de algo mucho más grande que tú mismo. Una de las principales herramientas que tienes a tu disposición es la oración. A través de ella puedes descubrir el verdadero significado de la vida y cómo vivirla al máximo.