Una de las mayores preocupaciones para los padres es la alimentación de sus hijos. Es claro, que todo niño, en mayor o menor grado, se mostrara caprichoso al comer. Sin embargo, es un mal completamente tratable.
Desde el nacimiento los niños suelen presentar rebeldía a ciertos alimentos. No es sorpresa que te digan: “ No, no quiero!», sin apenas probarlo. Muchas veces puede ser capricho y en otros casos, es por el sabor o ciertas características del alimento.
En fin, todos podemos concluir en que las comidas deben ser balanceadas, pero no tan estrictamente como se cree popularmente. Muchos alimentos que se consumen de manera regular, en verdad no son tan necesarios, mientras otros con mejor sabor y mucho más necesarios, pocas veces son incluidos en el menú.
Alimentación en bebés
La hora de comer en los bebes puede ser la más sencilla, pero la más compleja a su vez. Es de vital importancia recordar que, desde el nacimiento hasta los seis meses, solo se debe consumir leche materna. Bajo ningún concepto se debe dar otra comida, ya que los bebés tienen un sistema digestivo inmaduro y puede tener consecuencias severas el proporcionar otro alimento.
Por fortuna la leche materna tiene todos los componentes, grasas y aminoácidos necesarios para la alimentación del bebé. Solo se puede dar otro tipo de leche, si él bebe no puede recibir lactancia materna por alguna razón y la fórmula sustituyente debe ser medicada y vigilada por el pediatra.
La recomendación para la lactancia materna es a libre demanda. Es decir, cada vez que el bebé la solicite. Este puede ser un trabajo arduo, pero a su vez es la única manera de poder lograr los beneficios de la misma.
En caso de que el bebé no quiera recibir pecho, se deben estudiar múltiples factores, desde la posición para amamantar hasta el agarre del pezón, entre otros. Siempre existe solución, pero para poder lograr un excelente resultado es recomendable contratar un asesor en lactancia materna, que pueda educar a los papas, muchas veces es el mismo pediatra o un enfermero especializado.
En algunos hospitales existen programas educativos los cuales se imparten gratuitamente para adiestrar a la nueva mamá.
Alimentación en niños
La alimentación en niños, puede ser difícil por varios factores, pero no siempre es necesario considerar que los alimentos indicados tradicionalmente son los mejores, por ello considerar bajarlos del menú como primera recomendación.
Las sopas por tradición son conocidas como el mejor alimento. Si bien son muy importantes en niños pequeños con dentadura inmadura o incompleta, la verdad es que son un alimento altamente cargado en calorías y carbohidratos y no aporta más nutrientes que otras alternativas más agradables.
Los jugos o zumos de fruta deben evitarse en gran proporción, ya que la fruta al ser licuada pierde muchas propiedades y libera el azúcar, transformándose en un alimento alto en calorías y poco nutricional. Se recomienda ingerir la fruta entera, en caso de que el niño pueda masticar.
Otra medida a tener en cuenta es la preparación, por ejemplo, los vegetales, no solo pueden ser cocidos o hervidos, pueden combinarse con otros alimentos de mejor sabor e inclusive servirse en formas divertidas, como cuadrados, estrellas, entre otros.
También es relevante la equidad y recompensas. Por ejemplo, otorgar un bocado de algún alimento que guste mucho al niño, si termina su ración de vegetales.
¿Acudir al psicólogo?
Si los niños no quieren comer, su pediatra determinará si puede ser importante que sea revisado por un psicólogo de ser necesario.
En gran cantidad de casos, los niños no quieren comer porque el alimento no les gusta. En otras ocasiones, esconde un trasfondo mayor, donde el no ingerir el alimento implica varias posibles alternativas.
Entre las opciones puede encontrarse un simple llamado de atención o necesidad mayor de afecto, pero en otras instancias cada alimento o reacción al mismo puede estar ligado inconscientemente a una herida psicológica, la cual debe ser tratada para evitar que el problema se magnifique.
Otra opción puede ser que el niño tenga alguna patología de base, que en gran parte de los casos, no suele ser grave; pero requiere atención especializada y adecuada para poder ser manejada de la mejor manera. Esto incluye, desde trastornos de la conducta alimentaria hasta déficit neurológicos.
Es necesario conservar la calma, ya que existen muchas alternativas, para que los padres solucionen la dificultad de alimentar a sus hijos. Seguir estos simples consejos puede marcar la diferencia de manera exponencial.