Dios moverá la montaña que no te permite ver la solución
La vida está llena de retos, no importa cuánto tratemos de evitarlos, en algún momento tendrás que enfrentar una dificultad. Un día enfrentas un problema pequeño y otro día tu problema podría ser tan o más grande que el Monte Everest. Y cuando esto sucede, es fácil sentir que nos hemos quedado sin opciones ni recursos, y que la única opción es renunciar, tirar la toalla.
Amigo, amiga que entras cada día a buscar un mensaje de esperanza; unas palabras de aliento; una promesa tomada de la Palabra de Dios para que puedas deshacerte de esa montaña que no te permite ver la solución real a tu problema. Este obstáculo podría incluso estar ocultando por años tu bendición y probablemente no te has dado cuenta porque ese enorme impedimento ya es una costumbre para ti.
Así que te invito a seguir leyendo este post. Quiero que te quedes hasta el final porque justo al terminar de leer este corto mensaje, quiero regalarte un video que ha permitido a muchos deshacerse de esa gran montaña que les impide ver la solución. Quiero compartir contigo cómo Dios puede moverla de una buena vez y para siempre.
Entender que siempre hay un propósito
Primero, es importante reconocer que las montañas o dificultades que se presentan en nuestra vida son parte de nuestra formación y crecimiento como seres humanos. Muchas veces, son necesarias para que aprendamos a confiar en Dios y dependamos de su ayuda. Pero también es importante entender que Dios tiene el poder de mover esas montañas y solucionar los problemas que parecen imposibles para nosotros.
La historia de Moisés y los israelitas es un gran ejemplo de esto. En Éxodo 14, los israelitas se encontraban atrapados entre el Mar Rojo y el ejército egipcio, sin forma de salir. Pero Moisés clamó a Dios por ayuda, y Dios hizo lo que ninguno de nosotros hubiese imaginado. A lo mejor, si se nos hubiese presentado a nosotros esa situación, pensaríamos que Dios nos enviaría un barco, o un ángel que nos elevaría por los cielos y nos alejaría de ese malvado ejército. Pero no, no pasó así. Dios abrió literalmente el mar para que todos pudieran pasar. Les abrió el camino hacia la libertad. A veces, Dios nos pone en situaciones imposibles para que podamos ver su poder en acción.
En segundo lugar, es importante tener fe en que Dios puede mover la montaña. A menudo, nos limitamos a nosotros mismos porque creemos que nuestros problemas son demasiado grandes para que Dios los solucione. Pero la verdad es que Dios tiene todo el poder en sus manos, y si podemos confiar y creer en él, podemos ver cosas increíbles suceder en nuestra vida.
Un gran ejemplo de esto es la historia de David y Goliat. Cuando David se enfrentó al gigante, todos los demás soldados pensaron que era imposible derrotarlo. Imagino incluso que muchos de ellos cubrieron sus ojos para no ver el desastre. Para no ver cómo el gigante aplastaba a ese chamaco. Pero David sabía que Dios podía ayudarlo, y confió en sus habilidades. Esa fe lo llevó a la victoria en una batalla que parecía imposible.
En tercer lugar, debemos orar y buscar la dirección de Dios en nuestras vidas. A veces, la montaña que nos impide solucionar nuestro problema es simplemente una prueba o un desvío en nuestro camino. Es importante buscar la voluntad de Dios y pedirle que nos guíe en nuestro andar por esta vida muchas veces complicada. Él tiene un plan para cada uno de nosotros, y conocer ese plan puede ayudarnos a superar nuestras dificultades con éxito.
Finalmente, debemos estar dispuestos a recibir ayuda de los demás. A veces, Dios nos ayuda a través de personas en nuestra vida, y rechazar esa ayuda porque queremos hacer las cosas a nuestra manera puede retrasar nuestra solución. Mantener una mente abierta y estar dispuesto a recibir ayuda puede ser la clave para superar nuestra montaña.
Conclusión:
En conclusión, Dios tiene todo el poder para mover la montaña que nos impide ver la solución en nuestras vidas. Pero para que esto suceda, debemos tener fe en Él, orar y buscar su dirección, y estar dispuestos a recibir ayuda de los demás porque pueden ser utilizados por nuestro Padre amoroso como instrumentos de bendición para todos nosotros. Al hacerlo, podemos superar cualquier desafío que la vida nos presente y caminar hacia una vida llena de bendiciones.
No te rindas, confía en Dios y deja que él mueva la montaña. Ahora mira el vídeo y dime en los comentarios qué montañas Dios ha movido de tu vida.